Federativos deportivos de Puerto Ricoatribuyen a la crisis social y económica de la isla el brusco comportamiento de aficionados que recientemente han protagonizado trifulcas y broncas en terrenos de juego contra árbitros por su disconformidad con sus decisiones.

El incidente más reciente dentro un campo de juego fue el 7 de julio, cuando el excoapoderado de los Indios de Mayagüez, Carlos Crespo Muller, agredió al árbitro Ricardo Rodríguez, durante la celebración del cuarto partido de la serie semifinal del Baloncesto Superior Nacional entre su club y los Santeros de Aguada.

El presidente del BSN, Fernando Quiñones, posteriormente notificó que Crespo Muller ha sido suspendido de por vida de toda participación en actividades de la Liga, y la resolución final será elevada a la Federación de Baloncesto de Puerto Rico (FBPUR) para la acción correspondiente.

"Eso no se debe tolerar", afirmó en entrevista con Efe el presidente de la Federación de Béisbol de Puerto Rico, José Quiles, quien bajo su dirección vela por los torneos de la Liga de Béisbol Superior Doble A, Liga de Béisbol Superior Femenino y la Liga de Béisbol Juvenil Doble A.

El Béisbol Doble A tampoco se ha librado de incidentes mayores este año, pues según contó Quiles, hace varias semanas un pelotero presuntamente golpeó a un árbitro y días después hubo un motín en las gradas entre aficionados.

"Los árbitros de la Doble A son la representación de la federación. Nadie puede ir sobre ellos, y las jugadas, como de 'bolas y strikes' y 'outs' en las bases, son de apreciación y no se pueden discutir", dijo Quiles, quien atribuyó a este comportamiento a los problemas sociales en la isla.

"Estamos en un país, que en vez de vivir bajo la ley y el orden, es una anarquía. Lamentablemente es el diario vivir de nuestro país. En vez de ir al parque a disfrutar, llegan con presiones de tipo económico y cargados", añadió Quiles.

De acuerdo con los expertos consultados por EFE, algunos de los asistentes a los encuentros sacan fuera todas sus tensiones y frustraciones, en muchos casos provocados por la crisis, y ello les lleva a comportamientos anómalos.

Otra lamentable situación que ha ocurrido en alguna cancha de baloncesto este año, ocurrió en enero pasado, cuando durante un partido de fogueo de baloncesto infantil, un padre agredió en el rostro al dirigente del equipo contrario al de su hijo.

El presidente de la Federación Puertorriqueña de Voleibol (FPV), César Trabanco, catalogó a Efe de "lamentables" los encontronazos en las canchas de baloncesto y los estadios de béisbol, y recordó que el deporte "de la malla alta" no ha estado exento de algún acto violento.

"Es muy difícil controlar una 'fanaticada'. El que sea un apoderado o federativo que haya atacado a un árbitro es muy lamentable", indicó Trabanco, quien respaldó el voleibol por ser "un deporte de familia" y en el que "las palabras soeces no se deben utilizar" dentro de los escenarios de competencia.

Trabanco detalló que dependiendo de los reglamentos de disciplina de la FPV, si un aficionado comete una falta grave en cualquier partido, se le puede negar la entrada futura a alguna cancha, mientras que si el agresor es un apoderado o jugador, estos pueden ser multados o sancionados.
El líder federativo achacó la violencia a la ansiedad de las personas de tener que ganar todos los partidos y los problemas económicos que se viven en Puerto Rico. "Es una situación psicológica, a causa por unas presiones sociológicas y económicas, y esas presiones el ser humano no las aguanta", afirmó Trabanco.

Por su parte, el secretario del Departamento de Recreación y Deportes, Andrés Volmar Méndez, señaló a Efe que "siempre es lamentable" la manera en que algunos padres se comportan en eventos deportivos "y se dejan llevar por la pasión, cuando se supone que el deporte es una forma de encaminar por la ruta correcta".

"En ocasiones, la actitud de los padres no comprenden que su actitud frustra y en ocasiones frustra a los niños", expresó el funcionario, al momento en que dijo que bajo el gobernador Ricardo Rosselló impulsó el programa "Escuela Padre", que es para formar y educar a padres a cómo comportarse en eventos deportivos y su aportación positivo en el desempeño de sus hijos.

"Igual que llevamos a la disciplina a los hijos, llevar también dentro de las canchas y parques", ahondó.