Cada costilla del cadáver de Faith Cummings tenía fracturas múltiples cuando la Policía del condado Flagler, en la costa noreste de Florida, lo encontró en la cama de la habitación de huéspedes de su casa en Palm Coast. Tenía moretones por toda la cara y el cuerpo. El baño de invitados estaba cubierto de sangre.

Michael Cummings le dijo a la policía que su exesposa se cayó en el baño.

La Policía de Florida no creyó la versión de Michael Cummings, de 46 años. Ahora está en la cárcel acusado de asesinato en segundo grado con un arma y obstrucción de la justicia, un cargo que se le añadió a Cummings cuando se negó a quitarse de en medio mientras los policías recolectaban evidencias en la casa, según Rick Staly, policía del condado de Flagler.

Staly dijo que cuando los agentes llegaron el jueves por la mañana, "era obvio que la víctima había fallecido horas antes de que nos llamaran. Hubo un intento obvio de cambiar la posición el cuerpo. Si fue un problema médico o una caída, como se informó, nadie practica resucitación cardiopulmonar por horas antes de solicitar asistencia médica”.

Michael Cummings y Faith Cummings, de 44 años, se divorciaron en el 2015, pero Michael se mudó nuevamente mientras trataban de reanudar la relación. Los detectives creen que la pareja comenzó a discutir en el garaje por una supuesta infidelidad. Faith buscó refugio en el baño. Pero no pudo.

"El exmarido la siguió y la atacó brutalmente”, dijo Staly. "El ataque continuó en el dormitorio de los invitados. La víctima tenía múltiples huesos rotos, incluyendo todas las costillas con fracturas múltiples y otras lesiones que coinciden con una paliza severa, una pateadura de alguien enfurecido”.

El día antes de que Faith Cummings muriera, la policía recibió una subvención de $161,542.26 para combatir la violencia doméstica y anunció planes de tener un detective que solo trabaje en casos de violencia doméstica.

por:miamiherald