La Oficina del alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió hoy que investigue el último bombardeo de la coalición árabe, liderada por Arabia Saudí, que mató a 18 civiles, que componían tres familias enteras. 

"Los ataques contra objetivos civiles, sean personas u objetos, están prohibidos por la ley humanitaria internacional. Recordamos a la coalición árabe su obligación de cumplir con la ley", dijo en rueda de prensa Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado. 

Colville sostuvo que las autoridades saudíes deben realizar una investigación imparcial y completa de este incidente, ocurrido el pasado 18 de julio, y de otros anteriores. 

Según los datos confirmados por la Oficina, 18 civiles -entre ellos diez niños y dos mujeres- perecieron en el bombardeo de chabolas que habían sido levantadas por familias desplazadas por el conflicto en Yemen en el pueblo de Al Atirah, en la provincia de Taez, en un área controlada por los rebeldes hutíes. 

Estos últimos se levantaron en armas hace dos años y medio contra el gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, reconocido internacionalmente. 

Colville sostuvo que en las inmediaciones del lugar del ataque no había ningún objetivo militar. 
La base militar de Jalid Bin al Walid, donde se enfrentan fuerzas de ambos bandos, se encuentra a unos ocho kilómetros del lugar. 

La coalición árabe interviene militarmente en el Yemen desde marzo de 2015 en apoyo al Gobierno de Hadi y en contra de los hutíes, que controlan la capital, Saná, y amplias zonas del norte y oeste del país. 

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EFE