Tras superar diferentes obstáculos que la vida le ha puesto en el camino, incluyendo el fallecimiento de su padre, el boxeador sanjuanero Ryan Pino busca resurgir en su carrera profesional y cumplir con las metas que un día quedaron atrás.

Desde los cinco años, Pino ha estado en el mundo del boxeo. Viniendo de una familia de atletas, donde su mamá, Vanessa Torres, fue luchadora y boxeadora profesional, mientras que su papá, José "Ricky” Pino, vistió la máscara de una parte de la legendaria pareja campeona de lucha libre, Los Súper Médicos, el joven siempre ha tenido un baúl lleno de talento para repartir.

Con una trayectoria como aficionado de sobre 250 combates y ocho veces campeón nacional, Pino fue miembro de la selección nacional de Boxeo Aficionado, sumó victorias destacadas ante figuras prominentes del boxeo, como el excampeón mundial unificado Teófimo López, y llegó a ser considerado como el mejor prospecto del boxeo puertorriqueño.

A pesar de todo, Pino pasó por situaciones que limitaron su enfoque y desarrollo. Su papá, quien era su entrenador, sufría de diferentes condiciones de salud, y él tuvo que tomar las riendas de la casa, sin abandonar a su padre.

El camino se complicó. Entre la salud de su progenitor y la situación económica que atravesaban, el enfoque tuvo que dividirse en múltiples partes. Los problemas comenzaron a llegar y lo que tanto habían construido se fue desmoronando.

"Como familia pasamos por altas y bajas. Desde no saber qué comer, hasta tener que pasar mucho tiempo resolviendo con cubos de agua por no tener servicio de agua potable en la casa. Todo eso mezclado con los achaques que estaba enfrentando mi papá, no fue lo que hubiese querido, pero fue lo que me tocó”, relata el deportista.

El gimnasio y el entrenamiento nunca faltó. Pino sabía que había un camino que completar en el boxeo. Aunque no se veía fácil, el deseo siempre estuvo presente.

Y cuando comenzaban a enderezar el camino, el patriarca de los Pino sufrió complicaciones de salud que lo llevaron a la muerte.

"Mi padre siempre estuvo ahí, como debe ser todo padre, en las buenas y malas. Era una relación inseparable. Lo extraño con mi vida. Él era mi mejor amigo, mi todo. He sabido lo que es sentirse solo. Mi vida ha cambiado por completo. Hay muchas enseñanzas que hoy entiendo más que antes. Los consejos y sus vivencias las estoy aplicando a mi vida. Ahora entiendo que es momento de honrar a mi viejo y recuperar el tiempo perdido”, dice Ryan Pino.

Con 20 combates como boxeador profesional, ya se encuentra haciendo campaña en la división Wélter (147 libras), bajo el entrenador Earving Rivera, en el Wolf Elite Boxing Gym en Puerta de Tierra, y que lo ha llevado a arrebatarle el invicto a dos prospectos estadounidenses en lo que va del año.

"Estamos aprendiendo cosas nuevas, sumándolas a lo que ya tenía. Este es un nuevo comienzo. No voy a desaprovechar estas nuevas bendiciones que Dios me está dando. Me siento más maduro, las decisiones que tomo no son a lo loco ni por impulso, ahora pensamos cada movida. Estamos más serios y enfocados”, afirma.

Se espera que Pino regrese al cuadrilátero en junio. INS