Hoy tenemos un nuevo impuesto sobre nuestros hombros, un impuesto que se suma a las decenas de impuestos que el gobierno actual ha usado como estrategia para lograr enderezar las finanzas del país. La famosa crudita ha sido aprobada tanto en la Cámara como en el Senado, con participación bipartidista, el rechazo de algunos de la mayoría y el apoyo de algunos de la minoría.  Tan fuerte ha sido el golpe que ahora se habla de disciplina política y partidista, de hipocresía y hasta traición.

Pero más allá de lo político debemos analizar qué es lo que tenemos frente a nosotros con el Proyecto de la Cámara 2212:

De ser aprobado por el Gobernador su vigencia comenzaría en marzo del 2015.
La aprobación de un impuesto de $15.50 sobre el barril de petróleo
Existen márgenes para la tasa de interés al que se puede tomar prestado, siendo este el 8.5%
La necesidad de una reestructuración en la Autoridad de Carreteras y Transportación.

El pueblo de Puerto Rico sigue y seguirá pagando los errores de nuestros administradores.  Hoy es la crudita parte II (el primer aumento fue bajo la Ley 31 de 2013), que realmente se hace para poder pagar la deuda con bancos privados que asciende a unos $308 millones, además de la deuda con el Banco Gubernamental de Fomento.  Las operaciones regulares no pueden ser cubiertas porque los intereses se comen los recaudos, por lo que el día a día de todos nosotros se ve doblemente afectado. Pero más allá de lo que se pueda lograr, la pregunta es si esto realmente resuelve nuestro problema.

Nuestro pueblo hoy tiene que hacer un detente, revisar nuevamente su presupuesto y ver qué ha de ocurrir cuando sea uno de nosotros seamos los que no podamos pagar el día a día nuestro, todo  porque son los intereses del gobierno los que se comen nuestros ingresos.

Todos sabemos que en momentos difíciles hay que tomar decisiones difíciles.  Sin embargo, también sabemos que en las economías débiles el aumento de impuestos no segmentados que afecta directamente todas las áreas de servicios tiene como resultado afectar negativamente el desarrollo económico de un país.  Más aún cuando el país no tiene la capacidad de crear políticas monetarias, de llevar a cabo una reforma contributiva cónsona con un país que no tiene una clase media fuerte y segura,  donde no existe seriedad, claridad y transparencia en su labor administrativa y ejecutiva.

Hoy el crudo es más amargo!  Ahora está en nuestras manos:

tomar control de nuestro dinero,
reformar nuestras formas de consumo,
cambiar el presupuesto nuevamente,
y atender todo aquello que es prioritario

No podemos dejar que sea el gobierno y sus impuestos los que decidan en nuestras finanzas, tomemos control para que podamos de todas formas, sin importar lo que ocurra a nuestro lado, tener salud financiera.