Convencido de que el Congreso de Estados Unidos no puede dejar solo a Puerto Rico, el senador Bernie Sanders recorrió hoy la barriada Playita acompañada de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, lo que le permitió palpar las necesidades del pueblo puertorriqueño a 38 días de la devastación ocasionada por el huracán María.

"La reconstrucción requerirá de enormes recursos durante un largo periodo”, admitió el senador por Vermont ante la realidad en que se encuentra el país, carente de muchos de los servicios básicos, incluida la energía eléctrica.

Con semblante de preocupación, Sanders hizo saber a los puertorriqueños y a los habitantes de las Islas Vírgenes estadounidenses que "no lo hemos olvidado”, según ratificó en rueda de prensa en el coliseo Roberto Clemente, en Hato Rey, acompañado de la alcaldesa capitalina, el alcalde de Comerío, Josean Santiago, la vicealcaldesa de Vieques, Daisy Cruz, además de representantes sindicales y de la comunidad.

El político, quien en las pasadas elecciones disputó sin éxito a Hillary Clinton la candidatura presidencial por el Partido Demócrata, sostuvo una amplia reunión en la que recogió de los distintos sectores las principales preocupaciones ante la realidad que experimenta la Isla.

Cruz Soto le planteó, al igual que Santiago, que ante el panorama  actual no se puede dar mano libre a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) para despojar a los municipios de 350 millones de dólares, por las consecuencias que esto puede tener en la reconstrucción de Puerto Rico.

Santiago advirtió que hay unos 50 municipios que no serán capaces de superar la crisis económica si no pueden contar con el dinero de que los ha despojado la JSF como parte de su plan de ajuste para cumplir con los acreedores de la deuda de 73 mil millones de dólares.

Sanders reconoció que, además de los graves problemas económicos que Puerto Rico ha enfrentado desde antes del huracán, hay una alta tasa de pobreza que ahora se ha incrementado, al igual que el desempleo.

"Personalmente creo, y es solo para mí, que debería ser absolutamente inaceptable que los fondos buitres de Wall Street aprieten a la gente de esta isla”, expuso Sanders, quien dijo a la alcaldesa que su propósito "es para escuchar a la gente de Puerto Rico”.

Enumeró la necesidad de recuperar la electricidad, que las personas tengan agua potable, alimentos adecuados, que las escuelas estén abiertas, además de lidiar con el hecho de que decenas de miles de hogares en toda la isla han sido dañados o destruidos.

Sanders reconoció que se trata de una tarea compleja en la que el gobierno federal tiene que hacer todo lo posible para realizar con prontitud la reconstrucción de Puerto Rico.

Sanders sugirió que el diezmado sistema eléctrico del país debe ser reconstruido con una nueva visión, en lo que coincidió el presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier), Ángel Figueroa Jaramillo, con la advertencia de que esto no debe como corporación pública, no para el lucro de determinados sectores.

Se mostró partidario de impulsar la energía solar, aunque pareció mostrar reservas con la eólica.

Denunció, además, el contrato de 300 millones de dólares concedido de modo cuestionable por el director ejecutivo de la AEE, Ricardo Ramos, a la compañía Whitefish Energy, del estado de Montana.

La alcaldesa Cruz Soto defendió la importancia de fortalecer la estatal Universidad de Puerto Rico (UPR) para forjar los cerebros que necesita el país y, además, contener la emigración que ha llevado a 37 mil puertorriqueños a dejar la isla desde que se produjo María.

La alcaldesa capitalina también le recordó la necesidad de la recuperación social y económica de Puerto Rico mediante la preservación del bienestar de los ciudadanos.