Continúan apagones recurrentes y fluctuaciones constantes de voltaje, denuncian alcaldes del sur, suroeste y oeste del país

A un mes ya de la tormenta tropical Fiona, convertida en huracán categoría 1 casi al final de su paso por las costas del sur y luego al entrar por la esquina oeste de Puerto Rico, las áreas donde se ha repuesto la energía eléctrica en esa región del país más afectada por el fenómeno atmosférico sufren recurrentes apagones y constantes fluctuaciones de voltaje.

A eso se suma ahora que decenas de miles de abonados del servicio eléctrico están sin electricidad, debido a la salida del sistema de electrificación del país de unidades generatrices en AES.

En el caso de Peñuelas, varias zonas donde el servicio finalmente había sido restablecido volvieron a quedarse a oscuras el pasado domingo, tras un apagón que afectó a gran parte del pueblo.

Se impone la necesidad de una investigación que identifique la razón de que una vez LUMA Energy energiza una comunidad da por sentado que todo el mundo en ese lugar tiene energía eléctrica, cuando no es así, y donde se electrifica un área surgen recurrentes apagones y las constantes fluctuaciones de voltaje.

Según denuncia el alcalde de Peñuelas, Gregory Gonsález, hay ciudadanos que han presentado querellas y al comunicarse para dar seguimiento, le dicen que la misma fue cerrada y lo despachan con que quizás el problema es en el hogar.

Además de la inestabilidad del servicio, el mandatario peñolano destacó que en este pueblo todavía más de medio millar de residencias no tiene electricidad desde el paso del huracán, muchas de las cuales ubican en los barrios de la zona rural como Macaná, Jaguas, Rucio y Quebrada Ceiba.

Existen áreas en Peñuelas, así como otros pueblos en el área sur, suroeste y oeste que todavía no han sido energizadas, debido a que hay postes caídos o líneas en el suelo. Conforme a su alcalde, el personal de LUMA no energiza sectores por haber una rama sobre el tendido eléctrico, sin que la empresa haga algo con los problemas de vegetación obstruyendo el flujo eléctrico por la red de cables.

La situación es similar en San Germán, donde el alcalde Virgilio Olivera reclamó que su pueblo enfrenta un "sistema muy inestable”.

Olivera denunció que el lunes hubo un apagón en todo el pueblo por varias horas. Cuando se levantó el sistema, unas cinco o seis horas después, la gente comenzó a reportar nuevos sectores de rezago energético ("bolsillos”) en sus comunidades. La situación se sigue repitiendo, "lo que demuestra que el sistema está sumamente inestable”, narró el mandatario de la llamada Ciudad de las Lomas.

Olivera advirtió que la inconsistencia en el servicio podría provocar daños a los enseres electrodomésticos de las familias y también generar cortocircuitos que puedan desatar incendios en las viviendas.

Hasta ayer martes, cerca del 15% de San Germán no tenía servicio eléctrico, incluyendo sectores del norte del municipio como Rosario Alto, partes de Rosario Peñón y Hoconuco Alto.

"Además, quedan decenas y decenas de casos de rezagos energéticos sectoriales (‘bolsillos’). Ya se cumplió el mes del huracán y todavía tengo comunidades donde no se ha restablecido el servicio eléctrico. En total, estamos hablando de sobre mil familias, sin contar aquellos casos recientes donde se fue la luz y no regresó”, subrayó Olivera.

"Estuvimos 11 días completamente a oscuras y no se veía trabajo alguno y, posteriormente, la cantidad de brigadas era mínima. No fue hasta después que se comenzó a anunciar que LUMA había alcanzado sobre un 90% de energización del país -lo que coincidió con la visita del presidente Biden- que llegaron brigadas de una manera significativa. Si hubiesen atendido la situación como debían desde el día 1, la gente no estaría sufriendo la falta de energía eléctrica en estos momentos”, recalcó el alcalde.

Mientras que, en Juana Díaz, la oficina de prensa confirmó que varias comunidades se quedaron sin electricidad durante la tarde del lunes en medio de una fuerte tronada que provocó numerosos relámpagos y lluvias.

También provocó en ese pueblo un bajón súbito de voltaje que -en el caso del barrio Río Cañas Abajo- se extendió por varias horas y las luminarias en los postes no podían mantenerse encendidas.

Según él, hay partes altas del barrio Collores -incluyendo los sectores de Guaraguao y Portillo- que todavía se encuentran sin energía eléctrica. INS