Cuando se priva a un ser humano o a una sociedad de libertades, derechos, cuando a un padre se le ofende un hijo o a un esposo le es mancillada su esposa; cuando a una clase trabajadora se le violentan los acuerdos y el patrono muestra un comportamiento intransigente y excluyente, ese individuo en el cosmos que sea, reclama la valía de su honor. El análisis valoravo de las circunstancias exógenas pasa por el crisol de la formación cultural de la persona o la sociedad y es cuando determinamos que nuestro honor ha sido ofendido. En un arculo Filosófico, Publicado por: La Guía, (2009), Titulado: El Honor. Nos dice: "El honor es la cualidad moral que obliga al hombre al más estricto cumplimiento de sus deberes consigo mismoyconlosdemás.

El honor es un símbolo de la vida virtuosa y un elemento esencial de la dignidad humana y pertenece al inconsciente colecvo como un valor esencial en el arquepo del héroe. La consecuencia de la conducta virtuosa es el honor de la buena reputación y la buena opinión ejemplar; y en el caso de las acciones heroicas, la gloria.

El honor se adquiere con el commportamiento honesto que pone en evidencia la propia dignidad para merecerlo. El honor es una alabanza que expresa un homenaje a la buena actud y a la correcta disposición como forma de vida. Un cargo de honor se brinda a todo aquel que por sus virtudes se hace acreedor al uso de ese tulo y a sus favores como si realmente lo tuviera. Las personas que merecen honores son consideradas en un nivel de jerarquía superior, más importante, porque han sido capaces de cumplir escrupulosamente con sus compromisos, han observado una conducta laboriosa y desinteresada y se han destacado por su honesdad y sus virtudes morales”.

Pero cuando ese honor es ofendido y degradado por uno mismo por un sector de la sociedad o sus lideres no lo consideran valioso y los representantes del orden público les parece poco importante, se avecina una seria turbación moral, donde se hace explicito un nuevo código de honor ofensivo y banal que regirá de ahí en adelante los estándares de una nueva definición de lo que es el "honor”. Es deber individual y social no mirar a lo lejos para rescatar aquello que poco a poco se nos va de las manos.

El análisis y la acción ene que ser endógenos, donde quizás inerte yace el verdadero honor. La vida lejos del honor no es otra cosa que la miseria de la sociedad es el nacimiento y la manifestación del demonio que nos atormenta. Despertar en una sociedad puertorriqueña donde retornemos hacia aquello que sus propias acciones han desmejorado, ya no es un deber es una gran necesidad.