Los delincuentes motorizados”, una casta incontrolable de asesinos que imponen las reglas en las calles matando militares, policías y civiles

Unidades élites adscritas a la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim), de la Policía Nacional, tratan de identificar a unos pistoleros desconocidos que anoche asesinaron a balazos a un capitán del Ejército Nacional mientras este se desplazaba con su familia por la carretera San Cristóbal-Baní, región sur dominicana.

De acuerdo con el informe preliminar de la Policía, el oficial Richy Isabel Rubio Reyes viajaba en un vehículo junto a su esposa y dos hijas menores cuando se detuvo en los alrededores de la carretera para orinar.

En ese instante, dos personas se le acercaron y sin mediar palabras le propinaron dos disparos mortales y sustrajeron el arma de reglamento.

Mortalmente herido, Rubio Reyes fue llevado al hospital Juan Pina de San Cristóbal donde posteriormente fue declarado muerto. La Policía Nacional informó que está trabajando en la búsqueda e identificación de los responsables del hecho.

lo que evidencia un ascenso del accionar delictivo que causa preocupación en la sociedad dominicana. Varios de esos crímenes son perpetrados por sicarios por encargo.

Llama la atención el hecho de que los asesinatos, robos en hogares y asaltos en las calles se han incrementado en pleno estado de emergencia y cuando la población se prepara para concurrir a las urnas, el 5 de julio próximo, para elegir las nuevas autoridades del Poder Ejecutivo y el Congreso Nacional.

La enfermedad en el país ya alcanzó a 20,415 casos positivos, al registrarse 289 en las 24 horas, y 544 muertes, según un reporte del Ministerio de Salud Pública, en medio de la rehabilitación gradual de la economía nacional.

El 20 de enero 2020, delincuentes mataron a balazos a la ejecutiva bancaria Julissa Margarita Campos de Hernández, de 43 años, durante un intento de asalto en su vivienda, ubicada en el residencial La Acacias II del sector San Isidro, municipio Santo Domingo Este. El pasado 4 de junio, la policía mató a Maiky Terrero, traficante de drogas y uno de los presuntos autores del crimen quien tenía casi cinco meses prófugo.

El 19 de mayo pasado, desconocidos a bordo de una motocicleta ultimaron de un balazo en la cabeza a una mujer cuando transitaba por una calle de San Francisco de Macorís (noreste). Se trataba de Sifora Yohanka Rosario Then, de 42 años, que al momento de la agresión se dirigía a su trabajo.

Portar un arma de fuego visible al público representa en la República Dominicana una tentación para los malhechores que transitan sin temor las calles para imponer la violenta. Los objetivos más vulnerables de lograr son los policías y militares, cuando andan uniformados.

Cronología escalofriante

Según los registros periodísticos, en el 2018, agentes y soldados de diferentes rangos e instituciones castrenses fallecieron a manos de delincuentes. Solo en el municipio Santo Domingo Oeste atacaron a tiros a seis oficiales.

Del 2015 hasta el 2019 cayeron 144 uniformados. En el 2016 mataron 23 policías. En la mayoría de los casos, los autores de esos crímenes, posteriormente son apresados o mueren en los llamados "intercambios de disparos” con los agentes policiales.

Algunas veces, los agentes se extralimitan al cometer ejecuciones extrajudiciales, según las reiteradas denuncias de las organizaciones defensoras de los derechos humanos.

Se recuerda que el 27 de mayo 2020, la Policía Nacional suspendió a cuatro miembros tras comprobarse que ejecutaron a dos presuntos anti sociales cuando se encontraban esposados, presumiblemente bajo custodia policial en La Romana, región oriental del país. Un cabo y tres rasos fueron puestos a disposición del Ministerio Público por sus actuaciones en el caso.

Una de las víctimas registradas en los reportes policiales del 2015 hasta el 2019 fue el capitán Cándido Medina Sánchez, quien fue asesinado de un tiro en su casa del barrio Enriquillo del sector Herrera, Distrito Nacional.

Días después, balearon también al teniente de la Policía Julián Delgado, de 67 años, cuando iba a tomar un vehículo en horas de la madrugada para ir a su trabajo, pero sobrevivió. Este hecho sucedió en la avenida Los Beisbolistas, de Manoguayabo, municipio Santo Domingo Oeste.

El 17 de noviembre de 2016, murió el segundo teniente Alejandro Dishmey Medina, de 44 años, a causa de una herida de bala en el cuello que le propinaron desconocidos que lo asaltaron en el sector Piedra Linda, provincia La Romana.

Durante 61 días de ese año fueron ultimados en diferentes hechos los rasos Jeyson Daniel Carvajal Pérez, Yamel Medina, Joel Meireles García y Jairo Javier Cabrera Familia. En el mismo periodo murieron el sargento José Rafael Guzmán Pérez y el segundo teniente Javier Feliciano Mota.

En la lista figuran además los rasos Vladimir Antonio Rosso Ramírez; Ricardo Felipe Rodríguez Sosa; Gregorio Jiménez Toribio; Irani de Jesús Cerda Torres; Yanni Mora Santana; Dauris Jesús Herrera Mercedes; Rafael Ramón Díaz Casier; Luis del Rosario Caraballo y José Guerrero de la Rosa Martínez.

El grupo lo completan el sargento mayor Marcial Domingo Sánchez Atado, el segundos teniente Javier Araujo; el cabo Rayne Trinidad Jiménez; el teniente coronel Ramón de Jesús Figueroa Gracia y el capitán Nelson Manuel Belliard Felipe.

El 16 de febrero del 2018, mataron al asimilado de la Policía Juan de Jesús Marte, de 44 años, mientras este se había detenido a revisar un desperfecto que presentaba el vehículo que conducía.

El 18 de enero, fue muerto el primer teniente de la Policía, Papío Rodríguez Camarena, en el barrio Nuevo Horizonte, Los Alcarrizos, mientras se encontraba sacando su vehículo para irse a trabajar. Los criminales lo balearon y se llevaron el arma que portaba.

También ese día y en el mismo lugar, murió de varios disparos el primer teniente del Ejército, Domingo Delgado, de 66 años, cuando a tempranas hora de la mañana iba a tomar un trasporte público.

Otro de los crímenes que también conmovió a toda una comunidad fue la muerte del coronel retirado Elvio Dario Bello Almonte, a quien el 12 de diciembre del 2017 asesinaron de siete tiros frente a su casa, en la manzana 12 del sector Las Caobas, Santo Domingo Oeste.

Son hechos violentos codificados por una casta de asesinos conocidos como "Los delincuentes motorizados”, que imponen las reglas en las calles del país matando militares, policías y civiles.