Coronavirus/Multitud desafía normas de distanciamiento social para recibir en la playa a un peregrino que asegura habla con Dios

Cientos de personas se conglomeraron el domingo en calles y playas de la provincia Puerto Plata (norte) desafiando las normas del distanciamiento social dispuestas por el Poder Ejecutivo que buscan disminuir el coronavirus en el país para recibir a un peregrino que asegura habla con Dios.

La multitud salió tras los pasos de Mildomio Adames, conocido como "Peregrino de Villa Altagracia” y que recorre parte del territorio nacional bajo un candente sol proclamando que a partir de hoy la enfermedad comenzará a desaparecer en República Dominicana, alegando que Dios se lo había comentado.

La escena se produjo pese a que rige en el país una ordenanza presidencial que obliga a los ciudadanos a mantener el distanciamiento en sitios públicos y privados hasta que desaparezca la epidemia.

Llevando una cruz a cuestas, Adames visitó la playa del malecón de esa ciudad, mientras hombres, mujeres y niños levantaban sus manos y coreaban la canción "Paz en la tormenta”, que resonaba en una bocina montada en una camioneta que los acompañó hasta el último tramo del recorrido.

La travesía abarcó 18 kilómetros (unas 11 millas), pues inició desde Maimón, municipio con 18,952 habitantes y que limita con la provincia Juan Sánchez Ramírez (noreste), hasta un lugar conocido popularmente como la "Playa de Camacho”, en la parte alta de Puerto Plata, localizada a 205 kilómetros (127 millas) de Santo Domingo.

Previo a su visita a esta localidad, Adames incursionó en los municipios de Imbert, Altamira, y durmió la noche del sábado en la parroquia Nuestra Señora de la Milagrosa, de la localidad de Maimón.

Según publican medios de esa localidad, durante la trayectoria se tomaron las previsiones de rigor, por lo que protegían a los participantes al menos tres unidades de la Policía Nacional, miembros de una empresa de seguridad privada que regularmente da servicios gratuitos a eventos culturales y religiosos, y una ambulancia, por si se presentaba algún inconveniente.

Debido a la aglomeración de curiosos, que caminaban a pie y motocicletas, el tránsito en ese tramo del malecón se hacía difícil.

Personas con imágenes de santos y rosarios en mano oraban y levantaban sus manos, mientras el peregrino Mildomio Adames rezaba dentro del agua, sin que pudieran siquiera escuchar sus oraciones, ya que no tenía micrófono en el sitio donde se encontraba.

"Agarrados de la fe para los más creyentes, y en un derroche de ignorancia e imprudencia para los más escépticos, este grupo de personas se aferró a la cruz con una bandera dominicana en su parte superior para clamar por la desaparición de la pandemia que ya ha causado más de 203 mil muertes en el mundo y 278 en el país, de acuerdo a las cifras oficiales”, publicó un impreso en su página digital.

En declaraciones a los periodistas, el caminante explicó las razones que lo motivaron a realizar el prolongado trayecto cargando una cruz.

Dijo: "Así le pedí a Dios, que como él mismo me habló, que iba a pasar en el 2020, que me dijera qué le podía decir a la humanidad y al país dominicanos ahora. Así, teniendo las señales y la cercanía hacia Dios que me dijo que tomara un madero bien pesado y que lo depositara sobre las aguas del mar de Puerto Plata, para que así nuestro país fuera liberado de la enfermedad y muchos países del mundo”, proclamó Adames.

De acuerdo al peregrino, quien en varias ocasiones ha hecho un recorrido similar en Semana Santa por diferentes motivos, en cuanto introdujo la cruz en las aguas del océano Atlántico de Puerto Plata, el avance del Covid-19 en el país comenzó a disminuir.

El obispo de esa demarcación, monseñor Julio César Corniell Amaro, rechazó la actividad y negó que la Iglesia Católica la estuviera patrocinando.

El religioso reprochó el comportamiento tanto del peregrino como de los feligreses que salieron a recibirlo en las calles.