Autoridades sanitarias tras la búsqueda de los fabricantes de bebidas clandestina adulteradas, mientras se reportan 42 fallecidos por intoxicación

Las autoridades sanitarias en coordinación con el Ministerio Público iniciaron investigaciones para dar con los fabricantes de bebidas clandestinas conocidas como "triculí” y "clerén”, que hasta el momento han matado a 42 personas en diversas demarcaciones de la República Dominicana.

Otros ciudadanos están recluidos en salas de cuidados intensivos de los hospitales  luego de ser llevados  en estado agónico.

Llama la atención el hecho de que esos casos estén ocurriendo cuando la República Dominicana es afectada por la pandemia del coronavirus que causado 200 fallecimientos con más de 4,126 infectados.

En Constanza, provincia La Vega (norte), murieron Franklin José Durán Hernández, de 32 años;  Pedro Durán Hernández, de 38 años; Jeury Ramírez Marte, de 38 años; Starling Miguel Ángel De la Cruz, de 31 años, y Gerardo Jiménez, de 39 años. Todos residentes en algunas de las zonas de Tireo.

En los barrios Los Girasoles y Pantoja, ubicados en la parte oeste de Santo Domingo, fueron confirmadas las muertes de Francisco Montero, Manuel Montero, Pedro Martínez, Fani Díaz Minyetti, Juan Carlos Camacho, Juan Miguel Camacho, Fermín Darío Soto y José Leonardo Saldívar.

Mientras en el sector Brisa del Este, en el municipio Santo Domingo Este, ocurrieron casos similares cuando cinco personas perecieron tras el consumo de la sustancia. Los fallecidos fueron identificados como Luis Richardson, Félix Beltré, Odalis Villegas, Fermín Sánchez y Ambiorix Sánchez. Estos dos últimos eran padre e hijo.

Asimismo, en los barrios Los Girasoles, Espaillat, Capotillo, Cristo Rey, Villas Agrícolas, Villa Juana, Simón Bolívar y otros, se han reportado expendios de esta sustancia con algunas defunciones que, de acuerdo los testimonios de los parientes de las víctimas, están fuera de las estadísticas oficiales.

En la última semana se había reportado  36 casos de envenenamiento y 24 fallecimientos, todos ellos en el Gran Santo Domingo, pero la cifra subió con el deceso de otros individuos en algunos centros de salud.

Después de ingerir altas dosis del alcohol falsificado, los afectados comenzaron a sentir síntomas como dolores estomacales, el vientre crecido, mareos, nauseas y pérdida de la visión,  declararon los familiares a los noticiarios de la televisión local, quienes dijeron sospechar que, al parecer, las bebidas se ligaron con alguna sustancia tóxica o con orina de ratones.

El ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, en su acostumbrada rueda de prensa diaria con motivo del Covid-19, indicó que las estadísticas de defunciones por este caso subieron de 36 a 42.

Las vasijas de clerén y triculí son vendidas en colmados y supermercados de la capital y su región metropolitana, así como en varias provincias.

El alcohol se obtiene de la caña y se comercializa excesivamente barato y es consumido por la población más pobre en la República Dominicana y en Haití.

El Gobierno, la Policía Nacional y los fiscales han instado a la población a limitar el consumo de alcohol durante el período de confinamiento social decretado por la epidemia y, en especial, han pedido que se evite el consumo de bebidas ilegales.

Sin embargo, los ciudadanos aprovechan el toque de queda que rige en el país desde las cinco de la tarde a seis de la mañana para la ingesta etílica escondidos en los patios de las casas y en las marquesinas.

El clerén y el triculí son destilados de caña muy baratos, elaborados sin permiso de las autoridades sanitarias, que no las consideran aptas para el consumo humano, dijo el ministro Sánchez Cárdenas.

El precio de cada botella es de 120 pesos dominicanos (2.20 dólares estadounidense), tarifa muy atractiva que induce a los bebedores a comprarlas en alta cantidad.

Estos tragos pueden ser contaminados con metanol, un alcohol muy tóxico, cuando el fabricante destila maderas para usarlas como materia prima, como aromatizante o al añadirle solventes para abaratar el producto.

El 2018 fue el año con más intoxicaciones por alcohol en la República Dominicana, informó e esa ocasión el Ministerio de Salud Pública.

Estos fueron 487 registros más en comparación con el año 2017. La institución detalló que en el 2016 hubo 220 casos, igual que en el 2015, mientras en el 2014 se reportaron 214.

El 28 de diciembre del 2018, en el municipio de Pedro Santana de la provincia de Elías Piña, localizada en la región suroeste a 254 kilómetros (157 millas) desde Santo Domingo, fallecieron 12 personas de ambos sexos, con edades entre 19 y 76 años, por intoxicación con alcohol metílico o metanol, sustancia que fue adquirida en Los Cacaos, del municipio Du Centre, una comunidad fronteriza haitiana.

Pero, a pesar de estas muertes, se comprobó que  la referida bebida continuó comercializándose a 35 pesos (0.64 dólar).