Trump moviliza el poder judicial para acusar de narcotráfico y lavado de dinero al presidente de Venezuela

En medio de la crisis sanitaria que atraviesa Estados Unidos por el Covid-19, que tiene su economía en recesión con cerca de 3.3 millones de solicitudes de desempleo, la administración del presidente Donald J. Trump moviliza su poder judicial para acusar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de narcotráfico y lavado de dinero.

La acusación del Departamento de Justicia federal contra el presidente Maduro es de convertir a Venezuela en una empresa criminal al servicio del narcotráfico y grupos terroristas.

Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares por la captura del mandatario constitucional de Venezuela.

Se pretende sindicar a Maduro y a su grupo cercano en el poder de asociarse con grupos rebeldes de Colombia para "inundar a Estados Unidos con cocaína”.

Lo que es considerado como un absurdo por sectores de la sociedad estadounidense, en la acusación del Departamento de Justicia federal se hace un estimado de entre 200 y 300 toneladas métricas de cocaína alegadamente enviadas desde Venezuela.

Se utiliza para ello, fiscales de Miami y Nueva York para lo que ha sido calificado por el gobierno venezolano como "una patraña”, como parte de cuyo pliego acusatorio se atribuyen delitos de lavado de dinero, lo que anunció en una rueda de prensa por William Barr, fiscal general de Estados Unidos.

El fiscal general Barr rehusó atestiguar la acción es la primera de este tipo en la historia de Estados Unidos contra un gobernante.

"No reconocemos a Maduro como presidente de Venezuela, pero esto ya pasó con Noriega”, dijo en referencia al general Manuel Antonio Noriega, quien era a la vez agente de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) de Estados Unidos.

El entonces presidente estadounidense George H. W. Bush decidió derrocar en la década de 1980 con una invasión militar que costó unas 20 mil vidas.