Otro informe responsabiliza a la Junta Central Electoral del colapso de las elecciones municipales del 16 de febrero

La Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE) también responsabilizó a la Junta Central Electoral (JCE) de aplicar un mal manejo en el sistema del voto automatizado, decisión que marcó el inicio de una serie de eventos que crearon una situación fuera de control el día de las elecciones municipales del 16 de febrero.

La revelación figura en una evaluación que el organismo hizo a los equipos utilizados para ese proceso cuyos resultados se dieron a la luz pública, este miércoles, en un encuentro con representantes de los medios.

Una vez finalizada la investigación técnica del voto automatizado, específicamente en lo concerniente a las boletas electrónicas que fueron cargadas a las máquinas de votación utilizadas en las elecciones del pasado domingo 16 de febrero, la misión técnica de UNIORE concluye lo siguiente:

1. El cronograma electoral de actividades inicialmente definido para los meses de enero y febrero del 2020, especialmente a lo que respecta a la definición de las candidaturas sufrió cambios sustanciales que impactaron en las demás actividades.

2. El proceso de carga de la boleta electrónica en las urnas fue modificado poco antes de las elecciones municipales, hecho que marcó el inicio de una serie de eventos que finalmente terminó con una situación fuera de control el día de las elecciones.

3. La carga de las boletas electrónicas formaba parte del proceso de clonación de los equipos, sin embargo, al trasladar las actividades de carga para realizarlas en los procesos de personalización de los equipos, se incluyó una rutina distinta a la que había sido exitosamente probada y utilizada en las Elecciones Primarias de 2019. Esta nueva rutina se incluyó, sin suficientes pruebas y controles para garantizar su adecuado funcionamiento.

4. El proceso de personalización de las urnas de voto automatizado, presentó un fallo en la carga de los datos de la boleta electrónica, el cual no fue detectado en la línea de producción, debido a que en este proceso no se realizaron pruebas ni se implementaron controles que permitieran verificar el correcto funcionamiento de los equipos previo a su distribución hacia todo el país.

5. Los fallos técnicos identificados durante la investigación están asociados a los programas utilizados para exportar datos de la base de datos de la JCE hacia las urnas de voto automatizado mediante dispositivos inalámbricos como medios de conexión. Ese proceso fue replicado durante las pruebas de laboratorio realizadas los días 24 y 25 de febrero.

6. El problema de las boletas electrónicas incompletas reportado el día sábado 15 de febrero, fue detectado por una revisión casual en un colegio electoral, la alerta da origen a todo un despliegue por parte de la Dirección Nacional de Informática de la JCE, ente que mediante su personal técnico improvisó una solución que implicaba revisar las 9757 que ya habían sido instaladas en todo el país y reconfigurar de manera remota todas las que presentaron la boleta electrónica incompleta.

7. La gestión del incidente el día sábado 15 de febrero presenta un operativo de abordaje de todos los equipos, que resultaba materialmente imposible de realizar en el tiempo que tenían disponible, dado que se requería movilizar a técnicos de soporte, supervisores técnicos, delegados de partidos políticos a todos los colegios electorales del país, para realizar un proceso de reconfiguración de los equipos.

8. La responsabilidad de los hechos descritos, si bien, podría inferirse recaen en buena medida en la Dirección Nacional de Informática de la JCE, sería incorrecto depositar en el personal técnico de forma exclusiva esa responsabilidad. Esta Misión ha podido evidenciar la ausencia de puntos de control y mecanismos de coordinación entre las diferentes instancias de la JCE responsables del proceso electoral.

Anoche, la Organización de Estados Americanos (OEA), por igual, rindió detalles sobre la auditoría forense realizada a los equipos informativos y concluyó en que el fracaso de los sufragios fue debido a fallas presentadas en la mayoría de esas herramientas, pero no se evidenció ningún acto fraudulento.

Atribuyó el colapso a una mala gestión de la Junta Central Electoral y su plataforma tecnológica, el cual elaboró el software de manera particular y luego no probó adecuadamente antes de realizar las votaciones.

En esas votaciones, los dominicanos elegirían a 158 alcaldes, igual cantidad de vicealcaldes, 1,164 concejales y sus suplentes, 235 directores y subdirectores y 735 vocales, que asumirán el cargo el 24 de abril por un periodo de cuatro años. Finalmente, el sufragio se realizó el 15 de marzo.

Con relación a este trabajo, el presidente de la JCE, Julio César Castaño Guzmán, dijo que el reporte de la institución regional es un trabajo profesional, que para la Junta constituye un hecho lamentable, "y una verdad amarga” que llama a esa entidad a revisarse.

"Lo que dice la OEA es puntal y especifico, cuando un acontecimiento de esa naturaleza sacude una institución todos nos tenemos que revisar”, dijo Castaños Guzmán en una rueda de prensa.

Añadió que ese informe, independientemente de que indica donde estuvo el problema que llevó a la suspensión de las elecciones municipales, "son asuntos técnicos y refleja que no hubo sabotaje, fraude, ni un ataque externo, de lo que se trata fundamentalmente es de un error humano, de una negligencia humano”.

Precisó que la JCE va a tomar en cuenta las recomendaciones y las consecuencias han de venir por la reestructuración de departamento de informática. Recomendó no volver a usar ese sistema de votación en los comicios presidenciales y congresuales "programados para este año”.