El miedo reina en el personal médico: "Estoy segura de que voy a contagiarme"
Médicos y enfermeras trabajan casi sin descanso, con escaso material de seguridad como tapabocas y batas protectoras y la seguridad de que antes o después se van a ver afectados directamente por el coronavirus. Y si llegan los síntomas denuncian que ni siquiera les permiten hacerse el test y solo los mandan a su casa.
"Estoy segura de que cuando esta enfermedad avance yo me voy a contagiar; son tantas las personas que cuido y sin mascarillas para evitar el contagio", dice con tristeza a Efe Virginia, una enfermera de Arizona que trabaja en el área donde se atiende a personas infectadas o con sospecha de portar el coronavirus.
La falta de acceso a más suministros y equipo de protección personal para trabajadores de la salud, así como de mejores medidas para minimizar la exposición, está llevando a doctores y enfermeras del país a sentir temor por un posible contagio entre el personal, y los orilló a tomar medidas de precaución como usar bolsas de basura de plástico como protectores o consultar virtualmente desde las clínicas.
La propagación del coronavirus se ha acelerado en Estados Unidos en los últimos días y ahora es el tercer país del mundo con más casos. Debido al brote los hospitales se han visto rebasados y a la mayoría del personal médico se le ha prohibido difundir lo que se está viviendo, por lo que doctores y enfermeras entrevistados por Efe han pedido la confidencialidad de sus testimonios para no verse afectados en sus trabajos.
José García, como llamaremos al doctor general que decidió permanecer en el anonimato y que es parte de una de las redes de hospitales más grandes de Arizona, señaló a Efe que han tenido que cambiar las prácticas en las consultas "debido a las deficiencias en equipo de protección".
"Recibimos puras llamadas telefónicas y hacemos consultas virtuales. Los que tienen los síntomas más severos los mandamos a las clínicas de urgencias de atención inmediata, para maximizar el uso de las pruebas del coronavirus", comentó.
Dijo que esta pandemia los ha obligado a usar su juicio para seleccionar a los pacientes que son candidatos para una prueba de coronavirus, ya que los hospitales no cuentan con suficientes pruebas para atender la gran demanda.
"Veo exhausto al personal, las recepcionistas tienen que depurar las llamadas, en un horario de trabajo veo a más de veinte pacientes diariamente que vienen con relación al coronavirus. Ya detectamos seis casos en nuestras clínicas y estamos en espera de los resultados de muchos más", explicó.
García, de 37 años, reconoció que el "temor reina entre los pasillos del hospital", y pese a que el personal médico no tiene acceso a la prueba del coronavirus, como medida de precaución les revisan la temperatura diariamente y tienen que llenar un cuestionario sobre los síntomas que están presentando antes de su jornada laboral.
"Claro que tenemos miedo, llegamos a nuestras casas quitándonos la ropa y lavándonos con jabón. Ya estamos trabajando sin varios médicos porque tienen fiebre. Nos preocupa esta baja de personal porque se empiezan a reportar más casos y ya tendremos que tomar el riesgo de atenderlos en las clínicas a pesar de no tener el equipo adecuado", expuso.
Alma Raque Rivera, esposa de uno de los doctores en el Hospital Central de Texas, relató a Efe la angustia que enfrenta al saber que los médicos y asistentes no cuentan con las medidas de seguridad requeridas para enfrentar la pandemia.
"En el hospital donde labora mi esposo han llegado casos y están tratando de que sea el mismo equipo de personas que vean a estos pacientes para controlar y evitar el contagio. La preocupación mayor entre ellos es la falta de equipo de protección", dijo.
Su marido trabaja en el área de cuidados intensivos y pulmonar, así que asegura que se encuentra "en el frente de batalla".
"Ahora sé lo que sienten las esposas de los militares cuando sus esposos son enviados a la guerra", abundó.
Recientemente los trabajadores de la salud en Nuevo México exigieron al Gobierno más medidas de protección durante esta crisis. Un sindicato que representa a 9.000 trabajadores en todo el estado dijo que necesitan acceso a más suministros y equipos de protección, y desean pagar a los empleados con pacientes críticos un 25 % adicional durante la emergencia.
"Necesitamos ayuda en estos lugares, los trabajadores de la salud deben estar seguros, los pacientes, las familias, las comunidades, y la única forma en que haremos esto es asegurándonos de que el sistema de salud funcione correctamente", dijo la enfermera Delma Delora al medio local KRQE.
Por lo pronto Virginia desde hace una semana acude a trabajar con la única mascarilla de filtrado N95 que les dio el hospital, bajo la advertencia de que "no habrá más en semanas".
"Me dijeron que la tenemos que usar muchas veces; es peligroso porque la máscara está hecha para usarla y tirarla. Quieren tratar de desinfectarlas para seguirlas usando, y a los que no tienen máscaras les piden que traigan protección de su casa, a sabiendas de que algo improvisado no nos va a proteger", aseguró.
Advirtió sobre el gran problema que será el coronavirus si la población no cobra conciencia y guarda la cuarentena. "No hay suficientes enfermeras, respiradores, y no tenemos la protección para cuidar toda la gente. Esto será terrible", puntualizó.