Bomberos de las estaciones en municipios del sur y el oeste  de la Isla, junto a bomberos forestales estatales y federales han estado activos en el combate de incendios sin que haya ocurrido incidentes mayores, aunque con pérdidas millonarias en áreas de bosques con árboles y especies en peligro de extinción.

"Nuestro personal ha estado bien activo en el combate de incendios forestales en los municipios de Ponce, Coamo, Guayama, Santa Isabel, Sabana Grande y Cabo Rojo desde tempranas horas de la tarde de hoy, tal y como anticipó el Servicio Nacional de Meteorología al emitir un alerta de bandera roja, lo que significa que las condiciones climatológicas contribuyen a la rápida propagación de incendios en municipios de la costa sur y oeste de Puerto Rico”, dijo Ángel A. Crespo Ortiz, jefe del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico.

En Cabo Rojo se produjo por segundo día consecutivo un incendio en el Refugio de Pesca y Vida Silvestre, protegida por el Gobierno Federal ubicado en la carretera PR 301, donde se quemó parte de dicho bosque, afectando árboles y especies en peligro de extinción, con pérdidas estimadas en 680,000 dólares.

En Sabana Grande, los bomberos estuvieron combatiendo un incendio en la carretera PR 364 del barrio Rincón Pozo, mientras que en Ponce se quemaron unas 20 cuerdas de pastizal en el sector Los Caobos. En Santa Isabel hubo otro en el sector Jauca y en Guayama se trabajaba en la extinción de un incendio forestal en la carretera PR 3 en el sector Ranchos de Guayama. Finalmente los bomberos intentaban combatir otro incendio en la carretera PR 14 entre Coamo y Aibonito, en un lugar de difícil acceso para las unidades de extinción.

Afortunadamente en ninguno de los incendios reportados hubo peligro a la vida humana, a estructuras o que afectaran la visibilidad en vías de rodaje.

Crespo Ortiz urgió la cooperación a la ciudadanía para evitar conductas que propicien el desarrollo de los incendios forestales en momentos en que se anticipa sequía en el país, al tiempo que recordó que "pegar fuego es un delito grave que podría conllevar pena de cárcel desde tres años y de haber agravantes, es decir que se afecte vida o propiedad, la pena podría llegar hasta 15 años de prisión”.  

El jefe del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico indicó que la mayoría de los incendios que se registran en nuestro país son por conducta humana, es decir, personas que deliberadamente prenden fuegos o accidentales cuando alguien lanza colillas de cigarrillos en área de vegetación seca a la orilla de la carretera, entre otras. De igual forma, la ciudadanía puede avisar a los bomberos de su jurisdicción  o llamar al 911 tan pronto observe un fuego ya sea forestal o estructural y si ve a alguien pegando fuego se debe notificar a la Policía de Puerto Rico para la acción correspondiente.