Jurado en Georgia otorga $2.25 millones a padres de bebé decapitado durante parto y cuya autopsia fue publicada en redes

Un jurado del condado de Fulton, Georgia, otorgó $2.25 millones en daños y perjuicios a Treveon Taylor y Jessica Ross, padres de un bebé que murió decapitado durante el parto y cuya autopsia fue publicada en redes sociales sin su consentimiento. La indemnización incluye $2 millones en daños compensatorios y $250,000 en daños punitivos contra el patólogo Dr. Jackson Gates y la clínica Medical Diagnostic Choices de Atlanta.

La tragedia ocurrió el 10 de julio de 2023, cuando el bebé, Isaiah, falleció durante el parto en el Southern Regional Medical Center. La demanda presentada por los padres sostiene que la obstetra, Dra. Tracey St. Julian, utilizó una "fuerza excesivamente exagerada” durante el alumbramiento, resultando en decapitación y múltiples fracturas al recién nacido. Los padres afirman que solicitaron una cesárea mientras el bebé era viable, pero en su lugar les indicaron continuar pujando durante tres horas. Finalmente, la cesárea de emergencia no fue realizada de manera oportuna ni adecuada, según la demanda.

Tras la muerte del bebé, los padres contrataron al Dr. Gates para realizar una autopsia. Sin embargo, denuncian que el patólogo publicó videos gráficos del procedimiento en su cuenta de Instagram, pese a que no tenía autorización ni por contrato ni verbalmente para compartir ese material. La cuenta fue eliminada posteriormente, pero la familia tuvo que enviar una carta de cese y desistimiento antes de presentar la demanda por invasión de privacidad, fraude y angustia emocional.

La Oficina del Médico Forense del Condado de Clayton dictaminó en febrero de 2024 que la muerte del bebé fue un homicidio causado por "acciones de otra persona”, señalando que la fractura de las vértebras cervicales fue determinante en el deceso.

El hospital y la obstetra niegan cualquier irregularidad y sostienen que la muerte del niño ocurrió en el útero antes del parto. Hasta el momento, ni la Dra. St. Julian ni el Southern Regional Medical Center han respondido a solicitudes de comentarios sobre el caso.