Un niño de 3 años murió después de que los agentes confirmaron que se disparó accidentalmente tras agarrar el arma de su padre en un cajón de su buró, en la comunidad de DeLand (Florida) durante la noche del miércoles (15 de febrero).

El niño pequeño estaba en casa con su hermana de 16 años y un hermano de 8 años.  El alguacil del condado de Volusia, Mike Chitwood, dijo que el incidente nunca debería haber ocurrido porque el arma era de fácil acceso. No tenía bloqueo de gatillo y no estaba guardado en una caja fuerte. El padre, que es oficial penitenciario estatal y teniente en la Institución Correccional Tomoka en Daytona Beach, tenía una caja fuerte en el dormitorio, pero los agentes dicen que el padre les dijo que no funcionaba. 

"Si quieres tener armas, sal y haz lo correcto para que no tengamos que lidiar con otro niño de 3 años que se dispare”, dijo Chitwood.

Aunque el padre es un oficial de correccionales del estado, no se le entregó un arma de servicio.

El menor encontró la pistola de 9 mm de su padre en el buró del dormitorio principal, que estaba cargada. Los padres estaban de compras y su hija de 16 años estaba a cargo de sus hermanos menores. A las 17:30 horas (locales) del miércoles, entró en el dormitorio y se subió a la mesa auxiliar. Recogió el arma, la giró hacia sí mismo y se disparó a quemarropa.

La joven de 16 años llamó de forma traumatizada a sus padres y luego al 911 casi 50 minutos después, a las 18:22 horas. El alguacil dice que fue desgarrador para su equipo, incluidos los primeros agentes en la escena que realizaron la RCP, los paramédicos que llegaron y los despachadores, a quienes se les ofreció ayuda de salud mental.