Rusia ordena evacuar a miles ante incursión ucraniana en su territorio
Las autoridades rusas han ordenado la evacuación de decenas de miles de personas en la región de Belgorod, en el sur de Rusia, en respuesta a una incursión transfronteriza por parte de fuerzas ucranianas que ya entra en su séptimo día. La operación ha generado una respuesta significativa por parte del gobierno ruso, que busca proteger a los civiles ante la intensificación de las actividades militares en la frontera.
Vyacheslav Gladkov, gobernador de la región de Belgorod, anunció la reubicación de los residentes del distrito de Krasnoyaruzhsky hacia lugares más seguros, citando la presencia de actividades enemigas en la zona. "Estamos viviendo una mañana preocupante", declaró Gladkov, confiando en que las fuerzas militares rusas enfrentarán la amenaza mientras se prioriza la seguridad de la población civil.
La incursión, considerada un punto de inflexión en el conflicto, ha extendido el alcance de las hostilidades a dos regiones rusas. A pesar de que Ucrania ha llevado a cabo ataques con drones y misiles en la región de Belgorod en el pasado, esta es la primera vez que las tropas ucranianas cruzan oficialmente la frontera en una operación terrestre desde el inicio de la guerra a gran escala hace dos años y medio.
Las autoridades rusas han impuesto un régimen antiterrorista en las tres regiones fronterizas afectadas, lo que les otorga poderes ampliados para controlar las comunicaciones y restringir el movimiento de personas. Mientras tanto, los funcionarios ucranianos han mantenido silencio sobre la operación, aunque el presidente Volodymyr Zelensky confirmó el sábado que las tropas de Kyiv han cruzado a territorio ruso, describiendo la incursión como una demostración de la capacidad de Ucrania para "restaurar la justicia."
La operación podría ser una táctica de distracción para desviar recursos rusos de la línea de frente, donde Moscú ha estado avanzando lentamente. Sin embargo, el Kremlin ha evitado declarar el ataque como un acto de guerra, aparentemente para minimizar el impacto interno y evitar una reacción pública negativa ante la incapacidad de defender sus propias fronteras.