Deobra Redden, de 30 años y con tres condenas previas, estaba siendo sentenciado por intento de agresión con lesiones graves en la sala de la jueza Mary Kay Holthus del Distrito Judicial del Condado de Clark.

Holthus fue atacada cuando Redden corrió hacia ella y la agredió mientras estaba detrás del estrado. Varias personas intervinieron para someter a Redden y lo arrojaron al suelo mientras sonaba una alarma en la sala.

Antes del ataque, el abogado de Redden había pedido que se le otorgara libertad condicional, a lo que Holthus respondió que era hora de que Redden experimentara algo diferente. El ataque ocurrió después de que Redden se declarara culpable de amenazar a otro hombre con causarle graves lesiones corporales.

Redden fue arrestado por nuevos cargos de agresión y agresión a una persona protegida y debía comparecer ante el tribunal por estos cargos al día siguiente. La jueza Holthus resultó ilesa, pero un alguacil resultó herido en el incidente.

La violencia en la sala de audiencias ha generado preocupación y ha puesto de manifiesto la necesidad de garantizar la seguridad de los procedimientos judiciales en el futuro.