Las autoridades federales en Nueva York presentaron cargos contra tres mujeres por agredir a dos empleados de la aerolínea Delta en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy cuando se les negó acceso al avión con destino a San Juan, Puerto Rico.

Las mujeres, identificadas como Jordan Nixon, de 21 años, Janessa Torres, 21, y Johara Zavala, de 44, fueron acusadas este jueves por el incidente reportado el 22 de septiembre pasado.

El Departamento de Justicia y el fiscal federal del Distrito Este de Nueva York, Breon Peace,  anunciaron cargos de agresión contra las tres féminas, residentes en Long Island.

Un empleado de la compañía (empleado 1) aérea alertó al capitán del vuelo que una de las sospechosas parecía estar intoxicada y otra se negó a usar correctamente la mascarilla, por lo que el capitán decidió que las mujeres no podían abordar el avión por comportamiento desordenado.

Mientras se encontraban en el túnel de abordaje, un empleado les dijo que tenían que abandonar el área. Una de estas se negó y otra golpeó al trabajador con su propio radio.

"Las acusadas se negaron a seguir las órdenes del oficial de seguridad de la aerolínea (empleado 2) para abandonar el túnel de abordaje y se acercaron a él mientras gritaban y usaban palabras obscenas. Una de las acusadas agredió repetidamente al empleado 2 con su propio radio y este cayó al suelo. Cuando el empleado 1 trató de asistir al empleado 2, una de las acusadas golpeó al empleado 1 en el rostro.  Las tres acusadas golpearon y patearon al empleado 2 en la cara y en el resto del cuerpo mientras el empleado 2 permanecía en el suelo. Ambos empleados fueron atendidos posteriormente en un hospital por las heridas”,  lee el comunicado del Departamento de Justicia.

El Buró Federal de Investigaciones (FBI) advirtió que atacar a personal aéreo implica penas de prisión.

"El FBI es la agencia líder encargada de arrestar a esos que agreden, intimidad y amenazan a personal de vuelo”, indicó Michael J. Driscoll, director asistente del FBI a cargo de la investigación en Nueva York.

"Cualquiera que piense que puedan escapar con este tipo de comportamiento  indisciplinado deben recordar que sus acciones son criminales y pueden resultar en tiempo de cárcel como resultado de la radicación de cargos criminales. Estamos abordando agresivamente esta emergente amenaza y tomamos los casos muy en serio”, planteó el investigador.