Ocho meses después de la promulgación de una nueva ley en Florida que permite la pena de muerte por violación infantil, el estado marca un hito al condenar a muerte al primer violador de un niño menor de 12 años bajo estas disposiciones. Joseph Andrew Giampa, culpable de violar y grabar el abuso de un niño de 12 años, enfrenta la pena capital tras un juicio en el que la Oficina del Fiscal del Estado enfatizó la "severidad del crimen y su impacto en la comunidad".

Esta sentencia es un importante precedente en la lucha contra la violación infantil en Florida. A pesar de la entrada en vigor de la nueva ley, la fecha exacta de la ejecución aún se desconoce, lo que ha generado expectativas y debates en la comunidad sobre el uso de la pena de muerte en estos casos.

La Oficina del Fiscal del Estado subraya que esta sentencia envía un mensaje claro sobre la intolerancia hacia los crímenes de violación infantil, destacando la importancia de abordar con severidad estos delitos debido a su impacto en la comunidad.