Fuerzas israelíes disfrazadas como mujeres y trabajadores médicos llevaron a cabo una redada en un hospital de Cisjordania ocupada, matando a tres militantes palestinos en medio de la creciente violencia durante la guerra en Gaza. El Hospital Ibn Sina en Jenin fue escenario del tiroteo, con el Ministerio de Salud Palestino condenando la operación y solicitando la intervención de la comunidad internacional para detener tales acciones en instalaciones médicas. Según informes, no hubo un enfrentamiento armado, lo que sugiere que se trató de un asesinato selectivo. El ejército israelí afirmó que los militantes estaban usando el hospital como escondite y acusó a uno de ellos de planear un ataque inspirado por Hamás.

Un video que se cree fue captado por una cámara de seguridad del hospital mostró a fuerzas encubiertas, la mayoría armadas, disfrazadas de mujeres y personal médico. La operación ha generado controversia y preocupación por el respeto a los lugares médicos y la seguridad de los pacientes.

Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó los informes sobre un posible alto el fuego en la guerra de Gaza durante un evento en Cisjordania ocupada, afirmando su compromiso de seguir luchando hasta lograr una "victoria absoluta" sobre Hamás y sin retirar el ejército israelí de Gaza ni liberar a prisioneros.