Dos arrestados por muerte de niño en tiroteo de Miami

Dravein Duke, el adolescente buscado en conexión al tiroteo del fin de semana en el que murió un niño de 7 años, se entregó a la justicia el martes por la mañana, dijo Juan Pérez, director interino de la policía de Miami-Dade.

Duke, de 19 años, acudió a la sede central del Departamento de la Policía de Miami Dade, en Doral, alrededor de las 11:20 a.m. para entregarse junto a su abogado. Duke es el segundo implicado en custodia de las autoridades, luego de que Maxwell Trewin, de 18 años, fuera arrestado por el mismo crimen la noche del lunes. Una tercera persona vinculada con el caso, por ahora, no enfrenta cargos, indicó Pérez.

 

"En principio pensamos que eran cuatro [los implicados en la muerte del niño], pero ahora sabemos que eran tres muchachos los que se encontraban en el vehículo [desde donde se hicieron los disparos]”, dijo Pérez. "Arrestamos a dos de ellos y el tercero, por ahora, no enfrenta cargos”.

La identidad del tercer muchacho implicado no fue revelada.

Duke y Trewin están acusados de homicidio en segundo grado por la balacera propinada el domingo a una casa de Richmond Heights en la que murió el pequeño Amiere Castro, mientras pasaba las fiestas navideñas con sus primos en la vivienda ubicada en el 15100 de la Calle Jackson, al sur de Kendall.

Según fuentes del Miami Herald, se cree que Duke había acudido al inmueble a comprar marihuana, pero luego discutió con uno de sus proveedores y alguien le habría disparado durante el altercado.

Duke habría vuelto a la residencia armando con un rifle AK47 y alrededor de las 3:25 p.m. del domingo roció la casa de balas desde una camioneta Dodge Ram blanca en movimiento. Uno de los disparos impactó a Amiere en la cabeza, matándolo al instante. Otros dos adolescentes en la vivienda resultaron heridos.

La policía de Miami-Dade había arrestado el lunes por la noche a Trewin, quien se cree conducía la camioneta en la que huyeron los sospechosos.

El niño oriundo de Homestead se encontraba de visita en la casa de sus primos celebrando las fiestas navideñas cuando comenzó la lluvia de balas.

"Dentro de la casa, [investigadores] descubrieron que un joven de 7 años había sido baleado. El niño fue declarado muerto en la escena”, dijo Jennifer Capote, vocera de la policía condal.

Primos del muchacho dijeron al Miami Herald que estaban sentados en el porche de su hogar cuando alguien llegó la camioneta y comenzó a disparar. Algunos de ellos se pusieron a cubierto mientras que otros trataron de correr al patio trasero.

Los familiares dijeron que el niño estaba dentro de la casa, saliendo del baño cuando empezó el tiroteo. Corrieron hacia su primo, quien recibió un disparo en la cabeza, y lo encontraron con los ojos aún abiertos. Llamaron a la policía.

"Era muy alegre, feliz. No era desobediente, él te escuchaba”, le contó al canal WSVN 7Kerria Gibson, prima del niño baleado.

"Estamos en shock”, dijo el lunes Andre Cureton, el tío abuelo de Amiere. "Queremos respuestas. Las armas no matan gente, la gente mata gente, pero el acceso a las armas es increíble. Está fuera de control”.

El comisionado condal por el Distrito 9, Dennis C. Moss, calificó a los buscados como "terroristas comunitarios” que "no tienen respeto por la vida humana”.

"Nuestra peor pesadilla se hizo realidad con el insensato, brutal asesinato de un niño de 7 años en Richmond Heights...lo triste es que alguien sabía que esto iba a suceder y no dijeron nada”, dijo Moss el lunes.

El martes, durante una conferencia en la central de la policía condal, Pérez agradeció la participación del comisionado Moss y del pastor Carlos Malone, entre otros, por ayudar a las autoridades y mediar con la comunidad para obtener información que permitiera la captura de los victimarios.

Pérez también agradeció la participación de la Fiscalía de Miami-Dade para garantizar que sus abogados estuvieran en la escena para facilitar los registros y arrestos.

"Sabemos que este caso trajo mucha tristeza [...], y no estamos aquí para celebrar estos arrestos”, dijo Pérez. "Estamos hablando de la tristeza de nuestra comunidad por la violencia que estamos enfrentando”.

Récords de la corte indican que Duke acababa de completar un año de libertad condicional por cargos de robo en tercer grado, traspaso y por exhibición inapropiada de un arma de fuego.

El ex estudiante de la secundaria Killian High había sido arrestado por irrumpir en una casa del sur del condado en enero, de donde se robó tres reptiles que intentó vender cuatro días después a una tienda de animales.

Durante su arresto, la policía encontró una pistola en su chaqueta. Se declaró culpable en mayo bajo cargos de posesión ilegal de un arma.

Una reciente investigación del Miami Herald reveló que al menos 100 menores de edad murieron en incidentes relacionados con armas de fuego en los últimos tres años en el condado.