El impacto real de las políticas migratorias de Trump: menos deportaciones de lo esperado
A pesar de la dura retórica de Donald Trump contra la inmigración durante su primer mandato, las deportaciones en realidad disminuyeron en comparación con administraciones anteriores. Trump, quien centró gran parte de su gobierno en la construcción de un muro fronterizo y políticas restrictivas, deportó a más de 1,5 millones de personas en sus cuatro años en la Casa Blanca, una cifra notablemente menor a los 2,9 millones de deportaciones de Barack Obama en su primer mandato.
Expertos como Kathleen Bush-Joseph, del Instituto de Política Migratoria, señalan que las deportaciones de Trump se caracterizaron por un enfoque más amplio y menos selectivo, que incluía tanto a personas con antecedentes penales como a aquellos sin ellos. Esto, sin embargo, llevó a consecuencias imprevistas: llenar centros de detención con solicitantes de asilo y dificultar la deportación de individuos con delitos graves.
El gobierno de Joe Biden ha continuado deportando a un número similar de personas que el de Trump, aunque con un enfoque en la frontera. La diferencia clave radica en las políticas de aplicación interna y la falta de cooperación de algunas fuerzas de seguridad locales, un cambio que comenzó bajo Obama y se amplificó durante Trump.
Las proyecciones para un posible segundo mandato de Trump anticipan redadas de alto perfil, pero expertos como David Bier del Instituto Cato advierten que el sistema actual, desbordado y con recursos limitados, podría limitar el impacto real de esas políticas. Esto subraya un desafío persistente: un sistema migratorio estadounidense que necesita una actualización estructural para enfrentar los retos contemporáneos.