Cae red de tráfico de drogas que operaba entre Cuba y Costa Rica

Una estructura criminal que utilizó una doble vía para traficar drogas a Cuba para abastecer el mercado turístico de narcomenudeo de la isla y lavar las ganancias en dólares en Costa Rica, fue desarticulada el miércoles tras nueve meses de investigación conjunta entre las policías de ambas naciones.

La operación permitía ocultar cocaína y marihuana en paquetes de ropa enviados de Costa Rica a Cuba y, para lubricar la red, despachar gran cantidad de dinero en sentido contrario.

La Policía de Control de Drogas (PCD) del Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica y la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) de la Presidencia de este país anunciaron que una tarea que empezó en septiembre del 2015 para investigar el contrabando de estupefacientes y dinero entre suelo costarricense y cubano, llevó a desbaratar una estructura comandada por cubanos y dividida en dos redes paralelas pero ligadas con 11 personas "claramente identificadas”. Por el momento hay siete hombres y mujeres que fueron detenidas en los últimos meses en los dos países.

"Los cubanos reclutaban a personas de escasos recursos para que llevaran marihuana y cocaína de Costa Rica a Cuba y se encargaban de traer dólares Costa Rica y se daba nuevamente el ciclo”, explicó el ministro costarricense de Seguridad Pública, Gustavo Mata.

Al destacar que hubo "excelente comunicación” con el gobierno de Cuba, Mata narró que las autoridades policiales cubanas también detuvieron a varias personas y dieron seguimiento a casos detectados de personas que viajaron de Costa Rica hacia la isla a llevar drogas. Los cubanos, precisó, hicieron "un mapeo de esa organización”, cuyo objetivo principal era satisfacer el consumo de drogas entre los turistas en Cuba.

Un recuento de hechos entregado por Seguridad Pública a el Nuevo Herald reveló que una mujer de apellido Jiménez que viajó a Cuba a traer dinero, fue detenida el 6 de diciembre del 2015 en ese país con $73,000 ocultos y luego de que la PCD alertó a la policía cubana, se planeó una operación de transporte de dinero a Costa Rica.

Como parte del hallazgo inicial de "relaciones y vínculos” de la estructura, un hombre de apellido Chacón fue capturado el 20 de agosto del 2015 en Costa Rica cuando pretendía viajar a Cuba con 771 gramos de cocaína. El 18 de octubre del año pasado, una mujer de apellido Herrera y un hombre de apellido Rojas fueron sorprendidos cuando se disponían a llevar 779 gramos de cocaína a Cuba.

Una de las redes, agregó, "se dedicó a reclutar personas de escasos recursos y utilizarlas para el traslado de droga desde Costa Rica hacia Cuba y también dinero desde Cuba hacia Costa Rica”. Mientras que la otra "operaba con laboratorios de ambientes controlados, donde producían marihuana y la distribuían en el territorio nacional”.

La primera de las cadenas, cuyo líder era un cubano de apellido Muñoz, ya capturado, se apoyó en una costarricense de apellido Aguilera que reclutó a "burros” o "mulas” que, como correos humanos, llevaron droga a Cuba. Aguilera, ya aprehendida, fue a Cuba a recoger dinero.

"A las personas que contrataban les ofrecían realizar viajes vía aérea hasta Cuba para hacer entregas de ropa, utilizando esa ropa como método de ocultamiento de la droga”, pero también para distribuir marihuana y cocaína en Costa Rica, subrayó el informe.

La segunda red, también establecida en Costa Rica pero con nexos en Estados Unidos, proveyó de droga a Muñoz. Al mando de un cubano—costarricense de apellido Mena, ya apresado, se dedicó a cultivar marihuana en "ambientes controlados de producción” o laboratorios, puntualizó el documento.

Mena fue "respaldado por su hermano” que está en Estados Unidos. Los narcotraficantes se apoyaron también en tres hombres que tenían la misión de custodiar las viviendas en las que mantenían los cultivos, por lo que dos de ellos—de apellidos Ruiz y Pérez—ya están bajo arresto.

Con una serie de siete allanamientos que ejecutaron en zonas del este y del oeste de esta capital y en sitios aledaños, las autoridades costarricenses decomisaron, entre otros artículos, una selladora al calor, cinco aires acondicionados, seis automóviles, una motocicleta, tres revólveres, dinero en efectivo y marihuana en capullo y tallos, así como 58 plantas con una altura que oscila entre 60 centímetros y un metro y medio.

Por su posición geográfica, Costa Rica está cerca de los centros de producción de cocaína especialmente de Colombia y, por décadas, ha servido como puente o paso clave para el contrabando de drogas por trillos terrestres, marítimos y aéreos del sur al norte de América, vía Centroamérica y México.

En este panorama, el tráfico hormiga, que se realiza con seres humanos que aceptan convertirse en "burros” o "mulas” del narcotráfico para llevar cargas de dos o tres kilos de cocaína principalmente a los mercados de consumo de Europa, es una de las modalidades que es más utilizada por las mafias criminales.