La Cámara de Representantes de EE.UU. votó a favor de expulsar al representante republicano George Santos en una votación histórica que lo convierte en el sexto legislador expulsado de la Cámara. Santos, congresista de Nueva York, había sobrevivido a intentos anteriores de destitución, pero esta vez hubo un impulso creciente debido a un informe de la Comisión de Ética de la Cámara que concluyó que buscó explotar fraudulentamente su candidatura para beneficio financiero personal.

La expulsión es la sanción más severa para un legislador de la Cámara y requiere una mayoría de dos tercios de los votos para tener éxito, lo que es un listón muy alto. Hasta ahora, solo cinco miembros han sido expulsados en la historia de la Cámara, tres de ellos por luchar para la Confederación durante la Guerra Civil.

Santos, quien anunció que no buscaría la reelección después del informe de la Comisión de Ética, se negó a dimitir y denunció la investigación como una "repugnante difamación politizada". La votación marca un evento histórico en la política estadounidense y subraya la gravedad de las acusaciones en su contra.