Un policía identificado como Randy Roedema, fue sentenciado a 14 meses de cárcel en Estados Unidos por su participación en la muerte de Elijah McClain, un joven negro desarmado de 23 años. El juez de Colorado Mark Werner dictó la condena, que también incluye cuatro años de libertad condicional por el cargo adicional de homicidio por negligencia criminal de McClain.

La tragedia ocurrió en agosto de 2019 en Aurora, cerca de Denver, cuando la policía arrestó a McClain. Durante el arresto, los oficiales lo estrangularon y le inyectaron ketamina para sedarlo, lo que resultó en un paro cardíaco tres días después y su posterior fallecimiento.

El juez Mark Warner expresó su consternación por lo que calificó como "verdadera indiferencia ante el sufrimiento de Elijah McClain". Sheneen McClain, madre de la víctima, celebró la condena y afirmó que "la cárcel es la única justicia que Randy Roedema merece".

McClain había sido interceptado en la calle por la policía en respuesta a un llamado sobre una "persona sospechosa". Aunque estaba desarmado y no se encontraron pruebas que respaldaran la afirmación de que intentó alcanzar la pistola de un oficial, McClain fue sometido a un uso excesivo de la fuerza.

Tres policías estuvieron involucrados en el caso, pero solo Roedema fue declarado culpable. Los oficiales Jason Rosenblatt y Nathan Woodyard fueron absueltos de los cargos. Además, los paramédicos Peter Cichuniec y Jeremy Cooper, quienes asistieron en el caso, también enfrentaron cargos de homicidio por negligencia criminal y fueron declarados culpables en diciembre.

Este caso, que conmocionó al país, ocurrió meses antes del asesinato de George Floyd en Minneapolis, que desencadenó una ola de protestas en Estados Unidos contra la brutalidad policial hacia las minorías, especialmente las personas negras.