El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha declarado oficialmente que su país se encuentra en un estado de guerra. A través de sus redes sociales, afirmó que esta no es una operación, sino una guerra, y prometió que Israel saldrá victorioso. Netanyahu anunció medidas drásticas, incluyendo la limpieza de asentamientos de terroristas infiltrados y una movilización amplia de reservas como parte de la respuesta a la situación actual.

El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, también expresó que los militantes de Hamás han cometido un grave error al lanzar lo que considera una guerra contra el Estado de Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel están luchando activamente contra el enemigo en múltiples frentes como resultado de esta escalada.

El Ejército israelí ha anunciado la operación "Espadas de Hierro" en respuesta al ataque de Hamás, marcando un aumento significativo en la tensión en la región.

Por su parte, Mohammed Deif, líder de las Brigadas al-Qassam, la ala militar de Hamás, anunció el inicio de una operación militar llamada "Tormenta de Al-Aqsa". Según Deif, se lanzaron aproximadamente 5.000 proyectiles contra posiciones enemigas, aeropuertos y fortalezas militares en el territorio de Israel como parte de esta ofensiva. La situación en la región es cada vez más tensa y está en constante evolución.