Herido de bala niño de 13 años tras tiroteo durante fiesta en Miami

Una fiesta por el Super Bowl quedó interrumpida por una balacera el domingo por la noche, dejando como saldo un adolescente de 13 años herido y otros muchachos buscando dónde refugiarse de los disparos.

A alrededor de las 7:30 p.m., había un grupo de adultos y niños jugando dominó en el patio de una casa de Miami Gardens, mirando el partido en un televisor que habían sacado para la reunión.

Nikisa Smith, en cuya casa se celebraba la fiesta, dijo que salió a la calle por unos pocos minutos cuando la llamaron para decirle que alguien había atacado a tiros a la vivienda, localizada en la cuadra 3700 de la calle 213 del noroeste.

La mujer, madre de 10 hijos, regresó a su casa de inmediato.

Smith dijo que cuando se hicieron los disparos, su esposo protegió a su bebé de meses de nacido y todos los niños corrieron hacia la casa.

La policía bloqueó la avenida 37 en tanto buscaba y recogía evidencias de lo ocurrido. Por lo menos se encontraron 20 casquillos en la calle.

Un todoterreno de color negro sufrió dos balazos, de los cuales uno hizo añicos el parabrisas. Otro automóvil recibió un balazo en la puerta frontal del pasajero.

Smith dijo que el adolescente herido es amigo de sus hijos. Después agregó que fue llevado al hospital pero estaba bien.

La policía de Miami Gardens confirmó que la víctima, cuya identidad no dio a conocer, no sufrió heridas que le amenacen la vida.

Varios testigos dijeron que el agresor iba en bicicleta. Hasta ahora no se sabe si hubo más de un agresor, y la policía no confirmó el número de sospechosos.

Luigui Esteban que vive en el barrio, dijo que estaba en su casa que queda al lado cuando escuchó entre 15 y 20 tiros seguidos. Salió a la calle y vio que el auto de su tío tenía un agujero de bala.

dijo que no es la primera vez que su casa es atacada a tiros. Añadió que teme que el violento ataque se deba a una pelea que su hijo de 17 años tuvo hace más de un año.

La madre tiene un fuerte mensaje para el atacante.

"Mis hijos se merecen vivir”, dijo Smith. "Dejenlos tranquilos”.