Después que ganó $758.7 millones en el Powerball, la policía tiene que cuidar a la ganadora

En muchos estados, los ganadores de la lotería deben hacer un poco de publicidad antes de recibir el dinero para comprar una casa, viajar o lanzarse a un frenesí de compras de dimensiones épicas.

Por ley, muchos ganadores deben dar a conocer sus nombres o participar en obligatorias conferencias de prensa, una convención que sirve tanto para silenciar a los que dicen que el sistema de lotería es algo "arreglado” como para convencer a otros posibles jugadores de que también ellos podrían ser los afortunados ganadores.

Sin embargo, la publicidad que acompaña a la riqueza repentina de una persona podría fácilmente convertir al ganador de la lotería en un blanco muy deseado.

Tal vez con esa advertencia en la mente, la policía envió patrullas a la casa de Mavis Wanczyk, según dijo la Associated Press. El miércoles, Wanczyk era una simple trabajadora de un hospital, pero el jueves, era la ganadora del premio de lotería más grande que jamás haya ganado una sola persona en América del Norte: alrededor de $758.7 millones.

"Tuvo una suerte estupenda", dijo el pasado viernes el agente Michael Wilk, portavoz de la policía de Chicopee, tras agregar que un auto patrullero de la policía está estacionado en la cochera de Wanczyk. "Queremos que sepa que estamos allí por si nos necesita".

Wanczyk recibió un pago único de $480 millones, que se convirtieron en $336 millones después de los impuestos.

De acuerdo con la Associated Press, "muchos medios de prensa han ido al barrio de Wanczyk en busca de noticias".

Wilk le dijo a AP que varios vecinos reportaron ver a personas "merodeando por la zona, tocando en puertas, y preguntando dónde vive Wanczyk". Y luego agregó: "No vamos a tolerar que la acosen ni que la molesten".

Convertirse en una presa para ladrones o estafadores es una cosa, pero para algunos ganadores de la lotería, el triunfo que le cambió la vida como se ha visto le ha ocurrido a algunos podría ser también una sentencia de muerte.

por:THE WASHINGTON POST