En un giro controvertido, el estado de Florida está a punto de poner en marcha una nueva ley que permitirá la aplicación de la pena de muerte a individuos condenados por violación infantil. Esta polémica medida, parte de una serie de leyes aprobadas durante la sesión legislativa de mayo pasado, ha generado un intenso debate y es probable que se enfrente a desafíos legales, ya que contradice la doctrina de la Corte Suprema de los Estados Unidos y de la Corte Suprema del estado de Florida.

La ley en cuestión, conocida como HB 1297, habilita la ejecución de personas condenadas por agresiones sexuales a niños menores de 12 años, siempre y cuando al menos 8 de los 12 miembros del jurado voten a favor de la pena máxima. En casos donde el jurado no alcance este consenso, se impondrá la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, firmó esta ley el pasado 1 de mayo y la justificó como una medida destinada a la "protección de los niños", afirmando: "En nuestra sociedad, tenemos crímenes sexuales extremadamente atroces que se cometen contra niños menores de 12 años. Estos son realmente los peores de los peores. Los autores de estos crímenes a menudo son delincuentes en serie".

Además de esta controversial medida, otras leyes entrarán en vigor en Florida, incluyendo disposiciones que podrían obligar a los gobiernos locales a pagar los honorarios de los abogados cuando se considere que las ordenanzas son "arbitrarias o irrazonables". Asimismo, se implementarán penas de prisión más severas para traficantes y fabricantes de fentanilo, con sentencias mínimas obligatorias de 25 años de prisión y multas de 1 millón de dólares para adultos que vendan al menos cuatro gramos de fentanilo a menores utilizando productos que se asemejen a caramelos.

Estas medidas han generado un debate candente sobre los límites de la justicia penal y los derechos de los acusados, y es probable que continúen siendo objeto de controversia y escrutinio en los próximos meses.