Rex Heuermann, un arquitecto de 59 años, ha sido detenido y acusado de ser el asesino en serie de Gilgo Beach, tras una serie de asesinatos sin resolver que llevan más de una década. Heuermann es acusado de matar a Melissa Barthelemy, Megan Waterman y Amber Costello, y se le considera principal sospechoso de la muerte de Maureen Brainard-Barnes. Las víctimas eran principalmente jóvenes trabajadoras sexuales, cuyos cuerpos fueron encontrados envueltos en tela de arpillera a lo largo de una remota carretera de playa en Long Island.

Este caso perplejo a los investigadores durante años, generando una inmensa atención pública e inspirando la película de Netflix de 2020, "Lost Girls". Se cree que Heuermann usó el teléfono celular de al menos una de las víctimas para burlarse de sus familiares.

Rex Heuermann, quien ha vivido en el condado de Nassau la mayor parte de su vida, es un arquitecto licenciado que trabajaba en una firma en Manhattan. Los investigadores vincularon a Heuermann con los asesinatos a través de las llamadas telefónicas burlonas realizadas desde los teléfonos de las víctimas.

Fue arrestado el jueves por la noche tras una investigación que lo vinculó a una camioneta vista cerca del lugar de la desaparición de una de las víctimas en 2010. El ADN de Heuermann, recogido de una caja de pizza, coincidió con el ADN encontrado en un dispositivo de sujeción utilizado en los asesinatos.

Las autoridades han informado que Heuermann ha sido acusado de tres cargos de asesinato en primer grado y tres cargos de asesinato en segundo grado. Se declaró inocente durante su primera comparecencia en el tribunal y fue puesto en prisión preventiva. Su próxima cita en la corte está programada para el 1 de agosto.

El arresto de Heuermann ha sido recibido con alivio por los familiares de las víctimas y la comunidad en general. "Este es un día que tardó mucho en llegar y, con suerte, un día que traerá paz a esta comunidad y a las familias, una paz que se ha retrasado mucho”, dijo la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul.