Expertos advierten que es importante saber escoger la parte de la carne de pollo que se va a comer para obtener beneficios saludables

La carne de pollo, considerada una de las opciones más dietéticas, saludables y baratas por la gente para incluirla en una dieta diaria, requiere que se escojan las mejores partes para obtener beneficios.

Según la gastroenteróloga Inna Mazko, no todas las partes del pollo son buenas, porque las hormonas y otras sustancias están presentes en la carne y pueden ser peligrosas para la salud.

Explica la gastroenteróloga en un periódico europeo que en los criaderos avícolas las aves de corral se crían con aditivos químicos y hormonas para garantizar una venta rápida de su carne, pero estas sustancias pueden causar efectos negativos en la salud al momento de ingerirlos.

Es por eso que la doctora Mazko sugiere que la carne blanca es la que menos aditivos químicos acumula y recomienda escoger la pechuga de pollo para el consumo, ya que las otras partes es donde más hormonas y aditivos químicos se concentran.

La especialista advirtió que un tono oscuro en la carne puede ser una señal de que contiene mayor cantidad de químicos y hormonas.

Dice que la proteína que contiene la carne de pollo es la que absorbe mejor el organismo a comparación de la carne de cerdo o res, sin mencionar que es rica en vitaminas del grupo B, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico si se la sabe preparar correctamente.

El pollo frito o ahumado son los que más daño pueden causar a la salud, y advierte la doctora Mazko que es peligroso consumir su carne si no está bien cocida, ya que puede transmitir salmonelosis.

Según la gastroenteróloga, la carne de pollo puede ser saludable si se la prepara, por ejemplo, en una sopa, porque no es casualidad que se la consuma de esta manera cuando una persona está resfriada o mal de salud.

Mazko concluyó que las personas que deben tener mucho cuidado al momento de consumir la carne de pollo son aquellas que tienen alergia a los huevos, porque esto puede dar lugar a padecer una alergia cruzada.