El problema de los desechos de residuos sólidos y su manejo en el país
Los residentes de Puerto Rico generan un promedio de 5.56 libras de residuos sólidos por persona, cada día, comparado con el promedio de 4.91 libras por persona al día en Estados Unidos.
Los índices de reciclaje en la isla son bajos, con aproximadamente menos del 10% de los desperdicios sólidos desviados.
Por años, la disposición de los desperdicios sólidos en Puerto Rico consistió en disponer en vertederos a cielo abierto, crematorios o "terrenos de poca productividad”, como se consideraban los humedales, los sumideros y otros.
En Puerto Rico el único plástico que se recicla son las botellas y últimamente por sus respectivas rentabilidades en el mercado: el aluminio y el cobre. Mientras algunos se expresaron a favor de prohibir los plásticos de un solo uso, otros estuvieron en contra. Se ha estado investigando la posibilidad durante años de incentivar a los ciudadanos para que llegue menos basura a los vertederos.
El manejo y tratamiento de residuos inicia con la recolección de los mismos, posteriormente su transporte hasta las instalaciones preparadas para su manejo, y finalmente su tratamiento intermedio o definitivo. Este tratamiento de residuos puede ser el para su aprovechamiento o para su eliminación final.
La principal razón para que haya tantos desechos sólidos es el creciente desarrollo urbanístico y el alto grado de consumo de bienes. Cuanto más fuerte financieramente es el país o la ciudad, más basura producirá. También se puede ver al vincular la pobreza y la prosperidad, la competencia y la ineficiencia.
En la comprensión del problema se definen como desechos sólidos los residuos producidos por el ser humano en su cotidianidad y los cuales se caracterizan por presentar un estado sólido, característica que los hace diferentes a desechos de otros tipos como los líquidos y gaseosos.
El reciclaje es una de las alternativas utilizadas en la reducción del volumen de los desperdicios sólidos. Este proceso consiste en volver a utilizar materiales que fueron desechados y que aún son aptos para elaborar otros productos o refabricar los mismos.
El diez por ciento de reciclaje en Puerto Rico es muy inferior a lo establecido por la legislación local vigente que lucha contra la proliferación de basura en la isla, la cual estipula que éste debe alcanzar el 35%.
Cada material pasa por un proceso de reciclaje diferente y existen, por lo tanto, diferentes tipos de reciclajes al que se somete cada material. Así, por ejemplo, está el reciclaje de plástico, el reciclaje de papel, el reciclaje de vidrio, el reciclaje de baterías, el reciclaje de aluminio y así por el estilo.
Hay que hacer especial excepción en cuanto a lo que representa el manejo de residuos peligrosos consiste en los procedimientos recogida, transporte y tratamiento final que sirven para gestionar residuos que están clasificados como potencialmente peligrosos para la salud humana y el ambiente.
El reciclaje de residuos sólidos es una actividad rentable, considerando que se trata de un programa de reutilización de los residuos sólidos en el sector, incluyendo la recolección y separación de los residuos sólidos, el sistema de transporte y la venta de los residuos.
También, los residuos sólidos pueden transformarse en el hogar, sin que terminen en los basureros, haciendo con creatividad manualidades, juegos o artículos de decoración a partir de plásticos u otros materiales. Las latas, por ejemplo, se transforman en portavelas o lapiceros. Con los envases de vidrio se crean contenedores para almacenar otros alimentos.
La agencia federal estadounidense de protección ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) ha ordenado el cierre permanente de siete vertederos municipales en Puerto Rico que utilizan el Sistema de Relleno Sanitario (SRS).
Ha surgido la idea entre algunos legisladores, encabezados por el novoprogresista Carlos J. Méndez Núñez, de crear mini estaciones de transbordo para los vertederos de Arroyo, Cayey y Vega Baja, así como la creación de una nueva estación de transbordo en Vega Alta y una planta de compostaje en Arecibo.
"Debemos tener un plan de acción para atender el cierre permanente de "siete (7) Sistemas de Relleno Sanitario en los próximos cuatro años. Tiene que haber un proyecto de mitigación ambiental, de reciclaje viable y trabajo en la disposición final”, viene diciendo desde febrero de este año el portavoz Méndez Núñez, de los legisladores del Partido Nuevo Progresista en la Cámara de Representantes.
Los siete Sistemas de Relleno Sanitario recomendados para cierre permanente son los de Arecibo, Arroyo, Cayey, Guayama, Toa Alta, Florida e Isabela, según la orden emitida por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).
Según datos de la EPA, de los 29 vertederos en Puerto Rico, apenas 10 se encuentran en cumplimiento: Carolina, Fajardo, Hormigueros, Juncos, Ponce, Salinas, Humacao, Yauco y dos en Peñuelas.
El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) propuso la construcción de una de reciclaje para los SRS de Toa Baja, al igual que el desarrollo de planta de composta para los SRS de Arecibo y Mayagüez y la segregación de materiales potencialmente reciclables en los vertederos de Hormigueros, Humacao y Guayanilla.
En el caso del vertedero de Arecibo, su vida útil terminó ya.
A juicio de Méndez Núñez, "Puerto Rico no va a crecer económicamente hasta resolver el problema con el cierre de vertederos”.
"El reto del manejo de los desperdicios sólidos es uno de los mayores problemas que enfrentamos como sociedad”, agregó.
Se ha creado en Puerto Rico para atender este problema un "task force”, cuya misión es estudiar legislación que apoye la iniciativa de una estrategia de emergencia para la infraestructura de desechos sólidos, presentada por el gobernador Pedro R. Pierluisi a finales del año pasado.
Por Rafael Santiago Medina
INS
