La organización Educadores por la Democracia, Unidad, Cambio, Militancia y Organización Sindical (Educamos) acusó que el comienzo del presente año escolar "refleja el menosprecio de la actual administración hacia el derecho a la educación de nuestros alumnos y hacia la labor del magisterio”.

"Como si no fuera ya demasiado con las deficiencias ampliamente discutidas en los medios, necesitamos que se tome nota del trabajo administrativo que sobrecarga al magisterio, las llamadas medidas cautelares y los focos de contagio con el virus de moda. El nivel de trabajo administrativo, en lugar de reducirse, ha sido aumentado por la administración del DE cuando incluso obliga al magisterio a utilizar parte del tiempo lectivo en pasar lista identificando e informando la causa por la que cada alumno se ausente”, denuncia Educamos.

Agrega que "si por lo menos se ocupan 10 minutos de cada clase para este asunto y el o la maestra atiende seis grupos al día, eso hace un total de 60 minutos. Es decir, que cada día escolar, en virtud de esas directrices administrativas, se puede reducir por lo menos una hora de tiempo lectivo. Una proyección estadística elemental nos indica que, debido a esa tarea administrativa asignada al magisterio, el propio DE está reduciendo el tiempo lectivo en un 17%”.

En cuanto a las llamadas medidas cautelares, "el propio DE define las mismas como una medida temporal mientras se realizan las indagaciones correspondientes y se resuelve el problema a partir del cual se toma la medida. El problema, aparte de que a través de la misma se arrincona al perjudicado/a, implica enviarlo a un lugar aislado a realizar funciones que no están muy relacionadas con la función principal del docente”.

Además, agrega, la tendencia es a que "hay compañeros en medida cautelar que pueden estar dos, cinco, 10 y quizás más tiempo aislados como resultado de esa medida debido, entre otras razones, a que el DE no asigna a los abogados o no tiene personal suficiente para atender las querellas”.

Entonces, advierte Educamos, "los casos duermen el sueño de los justos. Tampoco hay personal suficiente en los foros que atienden las querellas del magisterio. Es decir, el propio DE ha convertido la medida cautelar en algo permanente, lo que va contra de su propia definición”.

"Otra preocupación que nos plantean muchos compañeros es que ante el alto nivel de contagio de Covid-19 que las estadísticas oficiales reflejan, las propias escuelas pueden convertirse en foco de contagio dadas las circunstancias en que trabajan los maestros en cada salón: sobrematrícula, falta de materiales para sanear las instalaciones, falta del personal adecuado, las directrices muchas veces irracionales que menoscaban la labor educativa, la sobrecarga de trabajo que empuja hacia la relajación de las medidas y requerimientos sanitarios, entre otros”, denuncia la entidad.

Concluye que "estos tres asuntos tienen que preocupar a un magisterio ya sobrecargado de trabajo, que además se ve obligado a incurrir en gastos para realizar desde arreglos al salón hasta comprar material didáctico. Y además de eso, se ve obligado a trabajar dos, tres y hasta cuatro horas extras cada día. Mientras tanto, los actos de corrupción, las acciones arbitrarias del patrono, la falta de agilidad del DE para poner las escuelas al día siguen llevando la voz cantante”. INS