Cuerpo de Ingenieros del Ejército pide superar la idea de que existe una solución fácil y rápida a la devastación del sistema eléctrico

La Oficina de Operación en Desastres para la respuesta del gobierno federal tras el huracán María está ubicada en el Centro de Convenciones en el área de Isla Grande.

Se puede ver el barco hospital de la Marina USNS Comfort anclado en la bahía que está cerca. El comando y el control de los esfuerzos de recuperación de la nación luego de María se llevan a cabo en este lugar.

Hacia el este, a 47.5 kilómetros, en una ladera, está la pequeña y frondosa comunidad llamada Las Colas. Se debe tomar la Ruta 968, una carretera serpenteante de apenas dos carriles, como el paso final para llegar allí, luego de pasar por el Centro de Tenis del Wyndham Río Mar y el campo de golf antes de llegar a la parte de arriba cerca de Richie’s Café.

El Capitán Tom Hickey, comandante del Batallón 249o de Ingenieros (Energía Principal) Compañía D y el 1er Teniente Kieran Davis, su diputado, permanecen de pie en un pequeño mirador esperando la visita del Teniente General Jeffrey Buchanan, comandante del Ejército de los EE.UU., División del Norte, quien dirige la respuesta militar del gobierno federal.

Dos hombres trabajan para reparar el techo de Richie’s Café. Tejas rojas, de las que son semi-cilíndricas puestas en un patrón alterno convexo y cóncavo están amontonadas contra una pared mientras un perro camina de un lado hacia otro inspeccionando su trabajo.

"Nuestra oficina central está en Rhode Island,” dice Hickey, "pero los chicos son de todas partes. Mayormente el noreste, pero tenemos un chico de Alaska.”

El sonido de sirenas aumenta al acercarse los dos policías en motora que escoltan al vehículo del general.

Una de las responsabilidades de Energía Principal es proveer electricidad de nivel comercial a organizaciones federales de ayuda, la Compañía Delta es la única dentro del 249º, que está compuesta solamente de reservistas.

Hickey dice que 23 soldados se movilizaron en respuesta al huracán María. La avanzada de cinco hombres, o ADVON, llegó el 8 de octubre y el resto llegó a la isla el 13 de octubre. Él dijo, que es difícil cuantificar el trabajo que han hecho hasta ahora.

"Un poste puede tomar cinco minutos, otro puede tomar un día completo,” dijo él.

Hickey y Davis estiman que han puesto alrededor de 15 kilómetros de cables eléctricos. Ellos comienzan al final del cable y caminan hacia la fuente de energía. En este día, varios camiones de servicios básicos se estacionan al lado de la carretera, los hombres en la canasta trabajan con el cable entremedio de los postes adyacentes.

Los conos de tráfico marcan el área restringida bajo las canastas. Los guardias de seguridad regulan el flujo del tráfico. Varios conductores toman de su tiempo para decir "gracias, están haciendo tremendo trabajo. Gracias por venir hasta aquí,” mientras conducen lentamente por el lado de ellos.

"Postes, líneas, tubos cruzados y aislantes. Esa es la mayor parte de nuestro trabajo,” dijo Hickey. "Usamos aislantes de porcelana aquí porque no se derrite en el calor.”

"Responder a un desastre es completamente diferente a instalar un sistema,” añadió Davis. "Allí empiezas desde cero. Tienes planes para seguir. Aquí es diferente. Tratamos de restaurar un sistema para que funcione.”

Buchanan describió su impresión de la situación cuando llegó a la isla inmediatamente luego de que pasó el huracán María. Del vuelo en helicóptero alrededor de la isla, él vio que las carreteras estaban intransitables, impidiendo los esfuerzos de evaluar efectivamente la situación y para llevar mano de obra, equipos y suministros a donde se necesitaban.

"En realidad hemos avanzado mucho,” le dijo Buchanan a Delta Company. "Es que simplemente queda un largo camino por recorrer.”

Uno de los obstáculos que debemos sobrepasar, dijo Buchanan, es la impresión de que existe una solución fácil y rápida para la red eléctrica por que está involucrado el Ejército de los EE.UU.

"Hemos recibido preguntas como, ‘¿por qué no pueden arreglarlo todo? Ustedes son el Ejército,” dijo Buchanan. "Pero no somos un Ejército de electricistas. Tenemos electricistas en el Ejército, pero no es especializado. Hacemos de todo, pero el 249º sí tiene electricistas y es genial tenerlos aquí, marcando la diferencia.”

Buchanan dijo que el personal de respuesta enfrenta problemas tanto a corto, como a largo plazo luego de María.

"A corto plazo, son las piezas. Es difícil traer las cosas hasta acá”, dijo, refiriéndose a la distancia por la cual tienen que viajar los suministros para llegar a la isla y el acceso limitado a los puertos marítimos y los aeropuertos inmediatamente luego de María.

El reto mayor, dijo Buchanan, es a largo plazo.

"Para comenzar, la red eléctrica estaba obsoleta y fue devastada por el huracán. Eso afecta casi todo lo demás,” dijo. "Las facilidades médicas, escuelas, agua y alcantarillados, la infraestructura completa depende de la electricidad”.

A pesar de los retos, o tal vez a causa de ellos, Buchanan dijo que siente mucha satisfacción de haber sido parte de la respuesta.

"Estamos haciendo grandes contribuciones, y estaremos aquí por un tiempo”, sostuvo. "Estamos ayudando a conciudadanos americanos y es estupendo ser parte de eso”.

Hickey, quien ha servido en Iraq y Afganistán, dijo que la respuesta de María ha sido la situación más evolutiva que ha visto.

"Una respuesta de desastre es diferente”, dijo Hickey. "Las evaluaciones cambian constantemente. Se requieren diferentes herramientas, diferentes capacidades de camiones.”

Las expectativas también son diferentes.

"Las personas quieren que regrese su electricidad una vez las líneas están conectadas”, dice Hickey. "Las casas y los negocios tienen generadores que se deben tomar en consideración. Tenemos que asegurarnos que no hayan cables energizados en el suelo, cosas así, para poder restaurar la electricidad. Es un proceso largo al tener una devastación tan amplia”.

También requiere un tipo de rescatista diferente.

"Estos hombres son realmente unos expertos,” dijo Hickey sobre los soldados de la Compañía Delta. "Su trabajo es difícil. Es casi intimidante llegar a una compañía con este nivel de experiencia. Mi función aquí es guiarlos en vez de dirigirlos”.

Y su conocimiento técnico puede que no sea su mejor atributo, añadió. "Estos hombres son dedicados. Ellos no lo hacen por el dinero. La mayoría de ellos fácilmente ganan seis cifras. Ellos pierden dinero viniendo aquí”.

Buchanan estuvo de acuerdo.

"Dependeremos de su dedicación para lograr esto,” le dijo Buchanan a los soldados. INS