Oficiales Correccionales en la institución Guayama 500, descubrieron contrabando en alimentos. Como resultado, los protocolos de seguridad implicaron el arresto de familiares del confinado involucrado.

El incidente se desencadenó durante un proceso rutinario de inspección, donde los oficiales identificaron la presencia de alimentos ilegales dentro de las pertenencias del confinado. Siguiendo los procedimientos establecidos, los Agentes de la Policía de Puerto Rico procedieron a arrestar a los familiares del recluso.

La detención se realizó con el fin de iniciar investigaciones y evaluar la posible radicación de cargos criminales relacionados con el contrabando en alimentos. Este tipo de actividades ilícitas dentro de las instituciones correccionales representan una violación grave de las normativas establecidas para la seguridad y el orden dentro del sistema penitenciario.

Las autoridades han reafirmado su compromiso con la aplicación de la ley y la prevención de actividades delictivas tanto dentro como fuera de las instalaciones correccionales.