El fugitivo Gerardo Bruno Algarín, apodado el "terror de las gasolineras", fue arrestado por las autoridades la noche del lunes mientras presuntamente intentaba cometer uno de sus delitos en una estación de gasolina en San Juan.

Bruno Algarín, de 35 años, enfrentaba cuatro órdenes de arresto con una fianza total de $430,000 por robos en distintos lugares de la isla.

Policías municipales de San Juan y la unidad de tobo de la policía estatal trabajaron en conjunto por 5 días y anoche cuando la policía lo detuvo, se encontraba dentro de un vehículo con otro individuo identificado como Eduardo Alicea Torres.

El hombre al percatarse de la presencia de los agentes intentó escapar corriendo del automóvil hacia la calle, pero fue alcanzado por un auto en movimiento, lo que provocó su caída al pavimento y su posterior arresto.

El compañero de Algarín, Eduardo Alicea Torres, también fue detenido, y el vehículo en el que viajaban fue sellado y llevado al precinto de Río Piedras.

Recientemente, el jueves pasado, se le imputaron nuevos cargos a Bruno Algarín por robo en ausencia, relacionados con un incidente ocurrido el 13 de enero en una gasolinera de Hato Rey, donde presuntamente amenazó con un arma de fuego y se apoderó ilegalmente de $120 y 50 cajetillas de cigarrillos.

Anteriormente, el martes 31 de enero, se habían emitido tres órdenes de arresto en su contra por robos en gasolineras de Carolina, Canóvanas y Trujillo Alto, con una fianza global de $230,000.

Se le acusa de varios robos con un modus operandi similar, amenazando a los empleados con un arma de fuego y llevándose efectivo y mercancía. Además, es sospechoso de otros asaltos en la zona metropolitana.